Calero y el Burgos CF: tres años de idilio futbolístico

Los tres años de Calero en el Burgos CF han llegado a su final. El adiós del técnico el pasado miércoles en rueda de prensa, emocionado y orgulloso, cierra uno de los capítulos más importantes en la historia reciente de la entidad burgalesa.Desde que recaló en El Plantío en el verano de 2020 con una situación institucional, deportiva y socio sanitaria complicada, el entrenador madrileño ha moldeado un equipo con una idea clara, una solidez envidiable y un carácter único además de devolver la ilusión futbolística a una ciudad acostumbrada a transitar por Segunda B. Ahora, Calero dice adiós con el equipo salvado para competir en Segunda un año más y tras pelear casi hasta el final de liga por un hueco en la promoción de ascenso a Primeranormal Una nueva era La llegada del técnico madrileño tuvo que superar no pocas dificultades tanto a nivel institucional, viendo a su equipo desde la grada por problemas con la ficha federativa y la salida de su predecesor, como en el deportivo y con el contexto socio-sanitario de pandemia por la covid, condiciones que no hacían presagiar el camino que comenzó aquel julio de 2020. Foto: RRH Llegar y besar el santo Cuatro meses en la grada dieron tiempo a Calero para reflexionar y moldear en su cabeza un estilo de juego diferencial con el que el Burgos, no sin un agónico sufrimiento, llegó al éxtasis futbolístico en Almendralejo. Foto: Burgos CF Nos van a ver volver Como el manido cántico que resonaba casi como una vieja leyenda en las gradas de El Plantío antes de su llegada, Calero devolvió el carácter a un equipo que enfrentaba quizá una de las temporadas más capitales en la historia del club con el objetivo de mantener la categoría para, más allá de lo deportivo, despejar los nubarrones sobre el futuro del Burgos CF. Foto: Alberto Mingueza Un año más en Segunda El camino no fue llano, pero el técnico blanquinegro logró crear una familia, un grupo de guerreros que empuñaran su «espada Tizona» para defender una idea que dio sus frutos. Finalmente, y con menos sufrimiento del augurado al comienzo de la campaña, el Burgos CF certificó su presencia en Segunda un año más con un empate en un templo del fútbol español como La Romareda. Foto: Carlos Gil-Roig Una renovación pregonada en los Sampedros 2022 Tras la buena imagen en la vuelta del fútbol profesional, muchos proyectos potentes de la categoría pusieron sus ojos en Calero. Más allá de dinero o mayores posibilidades deportivas, el cariño de la gente fue clave en continuidad a orillas del Arlanzón y, cone ella, vino uno de los momentos que «llevará para siempre en su corazón»: ser pregonero de los Sampedros 2022 junto a Michu. Foto: APM Un inicio de récord Después de un verano de incertidumbre hasta el último día de la ventana de fichajes, el Burgos logró confeccionar una mejor plantilla que la temporada anterior pese a salidas de jugadores importantes. Con la misma filosofía, Calero armó un equipo inexpugnable, un paradigma defensivo que nadie pudo batir en doce jornadas para dejar grabada su impronta a fuego en la historia blanquinegra. Tocar el techo de Segunda 21 años después Con una racha prácticamente inmejorable, Calero vivió su mejor momento desde su llegada al club burgalés con victorias de prestigio ante rivales importantes hasta asaltar el liderato en casa del líder para que el Burgos volviese a liderar la clasificación de Segunda tras más de veinte años de travesía por el desierto. Foto: Tomás Alonso Alcanzar el objetivo y soñar con la Primera División Más de veinte jornadas estuvo el Burgos entre los seis primeros clasificados, pero llegó el temido bache de resultados. Con su particular vehemencia, Calero no perdió un ápice de confianza mientras apuntaba a la permanencia como prioridad a la vez que, como «soñar es gratis», mantenía una esperanza que daba casi temor mentar por si se cumplía: luchar por el ascenso. Foto: La Liga SmartBank Despertar de un sueño y certificar un adiós Tras resultados inesperados, el equipo apretaba los dientes para mantener la sexta plaza como una posibilidad lejana pero aún real. El último tercio de temporada avivó voces dudosas de si el camino marcado por Calero seguía siendo el adecuado para el cuadro burgalés. Así llegó el partido de Cartagena, noventa minutos a todo o nada. El empate despertó al Burgos de un bonito sueño que rozó con los dedos. y allí, en las entrañas de Cartagonova, algo cambió. Era hora de decir adiós. Foto: Pascu Mendez Un adiós entre lágrimas de cariño y orgullo Con la «erosión» de tres temporadas a sus espaldas, Calero ha puesto punto final «para no ser un punto de desunión» a una andadura que comenzó en el barro de 2ª B hace tres años, con un equipo «más cerca de Tercera que de Segunda», que continuó con el regreso del Burgos al fútbol profesional y culminó esta temporada con un inicio forjado para la historia e ilusionando a una ciudad entera con alcanzar la gloria de la Primera División. Foto: ARH

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Calero y el Burgos CF: tres años de idilio futbolístico

El técnico madrileño recaló en El Plantío en el verano de 2020 con una situación institucional, deportiva y social complicada y dice adiós con el equipo salvado en Segunda tras luchar por el ascenso a Primera

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