El Plantío se adapta a las exigencias de La Liga

La actividad está siendo frenética. Tras las semanas de parálisis sufridas en el seno Burgos CF a raíz del conflicto institucional arrastrado por la gestión de la familia Caselli, la actividad del club va cogiendo velocidad de crucero en todos sus frentes, incluido el vinculado a las obras del estadio municipal de El Plantío, que ahora mismo avanzan a buen ritmo.

Las reformas, exigidas por la Liga para competir en Segunda División, abarcan un buen número de actuaciones, que empezaron a acometerse el pasado 5 de julio y entre las que destaca, por el coste e impacto generado, el cambio integral del césped, una intervención que se venía demandado ya desde hacía muchos años.

De momento, ya se ha retirado el antiguo césped y se ha comenzado a instalar el nuevo sistema de riego automático. Esta es, sin duda, la parte de la reforma que más preocupa, por cuanto que es la más urgente. No en vano, este tipo de intervenciones necesita de varias semanas de trabajo y, a mayores, de varias semanas para que el nuevo césped se asiente como es debido.

La situación, además, se complicó antes incluso del inicio de las obras, ya que el club no pudo meter las máquinas hasta que concluyeron los conciertos celebrados en el estadio coincidiendo con los días grandes de los Sampedros. Aquellas actuaciones retrasaron el inicio de la obra y comprimieron aún más el calendario, obligando al club a solicitar la disputa de las primeras jornadas de liga y todos los partidos de pretemporada lejos de El Plantío.

Sin embargo, la actuación en el césped no es la única que se está acometiendo. Así, en las últimas jornadas se han retirado las antiguas cabinas de prensa, que no cumplían con la normativa vigente al no tener accesos independientes, y se han comenzado a retirar todas las butacas que quedarán anuladas debido a la instalación de los espacios para cámaras de televisión y el VAR.

En la zona baja de Tribuna, por su parte, los antiguos banquillos han desaparecido y se ha comenzado la instalación de los nuevos. Éstos se retrasarán unos metros, integrándose en la propia grada, para dejar más espacio en las bandas, tal y como exige la Liga.

A partir de ahí, la lista de actuaciones es amplia, e incluye obras como la mejora de la iluminación del terreno de juego, la homogeneización del color de los asientos, la colocación de todo lo necesario para la retransmisión de los partidos o la adaptación de espacios para el VAR, entre otras cuestiones.

Algunos de estos trabajos, de hecho, deberán llevarse a cabo en la zona de Lateral, reformada hace apenas dos años y medio. En este sentido, los nuevos gestores del club ya han adelantado su intención de intentar revisar el contrato de concesión suscrito entre el Burgos CF y el Ayuntamiento, al entender que algunas de esas obras habrían de ser ejecutadas o sufragadas por el Consistorio.

En todo caso, las reformas exigidas por La Liga deberán estar concluidas antes de que el balón eche a rodar en El Plantío. A medio plazo, no obstante, el propio contrato de concesión obliga al club a levantar una nueva grada de Tribuna.

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