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Usuarios de la estación del Ave en Medina del Campo. Fran Jiménez
El ferrocarril se desinfla en Castilla y León con la pérdida de 285.000 viajeros en la última década

El ferrocarril se desinfla en Castilla y León con la pérdida de 285.000 viajeros en la última década

Mientras Segovia lideró las subidas con casi 350.000 nuevos usuarios, Ávila perdio más de 165.000

El Norte

Valladolid

Domingo, 7 de abril 2019, 14:47

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La Alta Velocidad ha servido para mantener en la última década el número de usuarios de ferrocarril en Castilla y León por encima de los 8,2 millones de viajeros al año, aunque la evolución entre las provincias que se han quedado fuera de la red de Alta Velocidad o a las que todavía no ha llegado esta infraestructura, y las que ya disfrutan de este servicio ferroviario, es radicalmente opuesta, dado que mientras las primeras han perdido en la última década 285.000 usuarios, sólo Segovia ganó 350.000 pasajeros desde 2009 (+40,9%).

En el vagón de cola se sitúan las tres provincias de la Comunidad donde no está proyectada la llegada del AVE. Según los datos facilitados por Renfe Operadora a la Agencia Ical. Soria lidera la pérdida de viajeros y en los últimos diez años se registró una caída de viajeros del 27,1%, al pasar los 61.000 de 2009 a los 45.000 del pasado ejercicio; por delante de Ávila, con un descenso del 17,5%, hasta los 776.2000 viajeros (-165.600), y Salamanca, donde la caída ha sido del 2,8%, hasta los 772.400 viajeros. En Burgos, donde la Alta Velocidad llegará el próximo año, la caída desde 2009 ha sido del 4,9%, hasta bajar el número de usuarios hasta los 581.600.

Al margen de Valladolid y Segovia, que dos días antes de la Nochebuena de 2007 fueron las primeras provincias de la Comunidad en dar la bienvenida al AVE, tanto en Palencia, León y Zamora la llegada de la alta velocidad se ha traducido en un notable incremento de viajeros. En Valladolid el número de usuarios ha crecido en 76.600, aunque el comportamiento entre AVE y el ferrocarril convencional ha sido radicalmente distinto. Mientras la Alta Velocidad casi triplica viajeros, al pasar de 434.500 a más de 1,2 millones, el restos de servicios se dejan más de 560.000 usuarios (-37,4%).

En los casos de León y Palencia, donde la llegada del AVE tuvo lugar en septiembre de 2015, la evolución ha sido similar. En la provincia leonesa, desde los más de 1,1 millones de usuarios contabilizados en 2009 se venían registrando caídas. Esta tendencia se rompió a partir de septiembre de 2015, ejercicio que se cerró con 987.400 viajeros, y desde 2016 se registran incrementos consecutivos que el pasado año se tradujeron en 1,2 millones de viajeros.

En Palencia la evolución ha sido similar, aunque en este caso todavía no se ha recuperado los 993.800 viajeros alcanzados en 2009. El pasado año, tras tres ejercicios de incrementos, se cerró con 683.600 usuarios.

La mayor influencia de la Alta Velocidad se ha dejado notar en Zamora, donde los Alvia llegaron a la capital en diciembre de 2015, año que se cerró con 123.600 usuarios. Desde entonces el crecimiento ha sido casi del 65%, hasta los 203.900 viajeros del pasado año.

A la espera de la llegada de AVE a Burgos en el año 2020, según el compromiso expresado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la reunión mantenida el pasado mes de noviembre con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el futuro más negro se les presenta a las provincias que están fuera de cualquier mapa futuro de la alta velocidad, Ávila, Soria y Salamanca.

Denuncia

Esta preocupación fue trasladada recientemente por Herrera en la reunión que mantuvo el pasado mes de enero con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. En este sentido, el presidente de la Junta denunció «las insuficiencias graves que afectan a Soria y Ávila, dos capitales de provincia a las que no está prevista la llegada da la alta velocidad y que tendrán mayor dependencia» de la vía férrea tradicional. A su vez, en el caso de Ávila, consideró necesario mejorar de la calidad de los trenes que conectan la capital abulense con Valladolid, a la vez que calificó de «contradicción» que la duración del viaje entre Ávila y Madrid por tren sea mayor hoy que hace diez años. «En ningún caso debería superar la hora y 15 minutos», reclamó Herrera.

A su vez, recalcó que en Soria es necesario modernizar y mejorar la línea Soria-Torralba y los trenes que circulan por ella, así como la línea Soria-Castejón, de la que se beneficiaría la zona industrial de Valcorba.

Por otro lado, también solicitó desarrollar otros nudos de mercancías, como la línea Madrid-Aranda de Duero para potenciar el tejido industrial de la provincia y reclamó un «esfuerzo» para la conexión entre León y Ponferrada, así como su continuidad con Galicia, a pesar de las dificultades que supone el puerto de Manzanal.

Adif Alta Velocidad trabaja actualmente en la construcción de nuevas infraestructuras, como son los casos de los tramos Tarragona-Valdellós. Monforte del Cid-Murcia, Antequera-Granada. Chamartín-Torrejón de Velasco (túnel Chamartín-Atocha y dos nuevas vías de acceso sur y este a Madrid), Zamora-Pedralba-Ourense, Venta de Baños-Burgos, León-Variante de Pajares-Pola de Lena (incluye la integración en León), Plasencia-Badajoz, Vitoria-Bilbao-Irún (la conocida como la Y vasca, Castellón-Valdellós, Murcia-Almería y Palencia-Reinosa-Santander.

Asimismo, se encuentran en fase de proyecto o estudio distintas conexiones de alta velocidad por los gestores de Adif, como son los casos de los futuros enlaces entre Madrid y Plasencia a partir de Toledo, Burgos-Vitoria, Zaragoza-Castejón-Pamplona, Almería-Granada, Orense-Vigo por Cerdedo, Orense-Lugo y Pamplona-Logroño.

La empresa estatal asegura que desde la puesta en funcionamiento del primer AVE en abril del año 1992 con la línea Madrid-Sevilla, actualmente la red de Adif alta velocidad alcanza los 3.152 kilómetros.

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