Al Real Madrid le entran dudas a las puertas del clásico

Mientras el Barcelona se aferra a su fortaleza como local para mantenerse enganchado al tren de la Liga, el Real Madrid aviva la lucha por el título a base de tropezar en el Santiago Bernabéu, de donde han volado ya ocho puntos en tanto los azulgranas sólo han cedido en el Camp Nou los dos que le arrancaron los blancos en el clásico del 18 de diciembre. Con otro duelo entre los irreconciliables adversarios a las puertas, las tablas ante el Celta comprometen la situación del equipo de Zinedine Zidane, todavía líder pero ya sintiendo el aliento del Barça en el cogote.

«Cuando se pierden dos puntos en casa siempre te vas decepcionado. Nos vamos dolidos porque hicimos un esfuerzo tremendo en la segunda mitad y a cinco minutos del final nos empataron. Nos metieron un gol a los seis minutos, se encerraron atrás y no encontramos huecos en la primera mitad porque centramos demasiado. En la segunda mitad lo hicimos mucho mejor y jugamos con más velocidad», defendió Zidane, que quitó hierro al traspié alegando que siguen «primeros y eso significa mucho», aunque reconoció que deben «estar más atentos» ya que «los partidos que vienen ahora son más complicados» y no pueden repetir errores como el de la diana de Smolov que abrió la cuenta del Celta, cuando Aspas se metió entre líneas para filtrar un pase que pilló descolocado a Varane, o el que desembocó en el empate de Santi Mina, acción en la que Sergio Ramos salió cuando no debía si bien el mérito correspondió a la extraordinaria asistencia de Denis Suárez.

Valladolid, Betis, Athletic y Celta, cuatro equipos a partir del décimo puesto de la tabla, han sumado esta campaña en el Santiago Bernabéu. Un escenario donde el Real Madrid quedó hecho jirones la temporada anterior, con cinco derrotas y un empate que consumieron sus opciones en la Liga, a las que se añadió la victoria del Barça que provocó la eliminación de los blancos en semifinales de la Copa del Rey para abrir siete días de asaltos sin tregua al feudo de Chamartín que culminaron con la decapitación del rey de Europa a manos del Ajax en la vuelta de octavos de la Liga de Campeones.

Mientras el Real Madrid presume de ser el mejor visitante de Primera, con 25 de sus 53 puntos amarrados lejos de casa en un periplo liguero que le ha visto desfilar ya por el Sánchez Pizjuán, el Metropolitano, el Camp Nou, Mestalla o el Coliseum Alfonso Pérez, en el Bernabéu ha sufrido tiritonas ante rivales a priori asequibles y vio volar al calor de su afición sus opciones coperas ante una Real Sociedad que reventó el muro merengue con cuatro goles.

Siete tantos han encajado las huestes de Zidane en sus tres últimos envites, uno menos de los que concedieron en los quince duelos comprendidos entre las tablas ante el PSG del 26 de noviembre y la victoria en el derbi contra el Atlético del 1 de febrero. Una cadena de enfrentamientos en la que sólo los parisinos por partida doble, el Alavés, el Brujas, el Valencia en Liga y en las semifinales de la Supercopa de España, el Sevilla y Unionistas de Salamanca consiguieron descerrajar el marco del Real Madrid.

En esos tres partidos han comenzado perdiendo los blancos, que en la serie de 21 enfrentamientos consecutivos invictos de la que venían sólo se habían visto por detrás en el marcador durante 52 minutos (los 35 que transcurrieron entre el gol de Willian José que adelantó a la Real Sociedad y el empate de Benzema en la decimocuarta jornada de Liga y los 17 que conformaron el lapso entre la diana de Carlos Soler y la agónicas tablas selladas de nuevo por el lionés en la visita a Mestalla de la decimoséptima fecha del campeonato).

La fortaleza de la retaguardia se ha agrietado en las dos últimas semanas, pese a que el Real Madrid puede vanagloriarse aún de firmar sus mejores registros defensivos a estas alturas de Liga, igualando con 16 goles recibidos los que concedió en los cursos 1964-1965, 1971-1972, 1972-1973 y 1987-1988, mientras Courtois presenta el mejor ratio en la pugna por el trofeo Zamora.

Pero con la lacerante falta de profundidad que volvió a exhibir frente al Celta pese al regreso de un Hazard muy participativo que provocó su tercer penalti en esta Liga y no pareció sentir los casi tres meses de inactividad, el Real Madrid necesita recuperar el blindaje mientras ajusta la arquitectura ofensiva en busca de una contundencia necesaria para cerrar partidos y evitar nuevos tropiezos que le compliquen la vida.