El Mirandés castiga las debilidades del Huesca gracias a su propuesta ofensiva

El Mirandés confirmó su buen nivel con un empate de mucho mérito ante un rival que, pese a haber empezado el curso de una forma muy errática, dispone de suficientes recursos para convertir su estadio en un fortín. Y es que el Huesca, incapaz aún de estrenar su casillero de victorias, tuvo varios fogonazos en los que se atisbó un potencial que diluyeron los futbolistas jabatos con una propuesta que comienza a tener el sello Lisci por los cuatro costados.

Ya desde el inicio los jugadores más adelantados en el esquema rojillo demostraron que van sobrados de descaro y atrevimiento. Ilyas, Gabri y Godoy se aliaron en la zona de tres cuartos para poner nerviosa a la grada de El Alcoraz. Buena prueba de ello fueron las dos tarjetas amarillas vistas por defensas locales antes del cuarto de hora de juego. Con más ruido que nueces, el Mirandés disfrutó de varias llegadas que abortaron los especialistas defensivos del bloque oscense. Quizá la más clara de todas en un envío con muy buena intención que no pudo direccionar la cabeza de Godoy a milímetros de la cruceta.

A falta de menos de diez minutos para el descanso, Javi Martínez volvió a asomarse a la frontal con una acción individual que finalizó con un latigazo pegado a la cepa del poste defendido por Luís López. Acto seguido lo intentó Kortajarena en una volea con la zurda que despejó el meta murciano. Fue el tañido de la campana que abocó a los protagonistas a un choque de ida y vuelta en el que ningún equipo pudo sacar tajada antes de enfilar los vestuarios.

En el retorno al rectángulo de juego el Huesca volvió a lucir el buen tono con el que finalizó la primera mitad gracias a una escaramuza que definió Óscar Sielva con su habitual buen toque de balón en un disparo raso que se escapó junto a la madera. No necesitó más señales el cuadro que adiestra José Ángel Ziganda para olfatear la debilidad jabata y replicar en una sucesión de llegadas que encontró el premio de la forma más inesperada. Lo logró Javi Martínez con un lanzamiento pegado a la banda que se coló cerca de la escuadra entre la estirada y la sorpresa de Luís López.

Contestó el Mirandés con dos cambios y la presencia de Tachi en un intento de remache en el área contraria que no supuso mayor peligro para Álvaro Fernández. Quiso más el balón el conjunto del técnico romano, con muchos problemas en la zona de enganche con sus delanteros. Y es que el Huesca cerró bien las líneas de pase a pesar de sufrir mucho sus zagueros ante la referencia de Durdov. El gigante croata se fajó, generó espacios y extrajo un penalti de su forcejeo con Jorge Pulido. Ocasión propicia para que Carlos Martín anotase su tercer tanto del curso a través de un golpeo alto y centrado que burló la estirada del meta. Aún hubo tiempo para que Gabri silenciase El Alcoraz con una volea que repelió la cruceta para dar fe del buen papel desarrollado por los atacantes de un plantel que duerme en la zona templada de la tabla gracias a los cuatro puntos logrados hasta la fecha.

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