Psicofonías, casos de voces del más allá en la provincia

Burgos, como tierra de misterio de referencia y lugar en el que se han producido muchos fenómenos paranormales, tiene su historia en el mundo de las psicofonías. Se han recogido algunas en Ochate, el mayor de los misterios de la provincia, y también en Castrojeriz, en el Monasterio de San Salvador de Oña, en Valdenoceda… y en domicilios particulares.

Los expertos tienen pocas certezas y muchas teorías. Según el presidente de la Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, Pedro Amorós, son sonidos o voces que se graban «en el silencio con un control total por parte del experimentador y que en la mayor parte de ocasiones responde coherentemente a las preguntas que este plantea», de forma que demuestran una inteligencia.

La historia de las psicofonías (usaremos este término por ser el más popular o conocido, aunque sea inexacto, porque el término correcto es parafonía) no es nueva en el tiempo. Habría que remontarse a Thomas Alba Edisson para encontrar el referente más lejano. Edison se planteó inventar un instrumento que pretendía grabar las voces del pasado, en concreto del tiempo de Jesús.

Las inclusiones de voces del más allá siguen siendo uno de esos misterios sin explicar del mundo del misterio. Existen tantas teorías como experimentadores; tantas explicaciones como grabaciones. Y hay grabaciones en las que las voces son terroríficas, otras simpáticas, otras agresivas… siempre grabadas en un plano inferior al del sonido habitual. Y todas llenas de misterio. Aparecen de la nada porque nadie pronuncia palabras y la ciencia sí ha sido capaz de demostrar que no salen de una garganta humana.

Son voces metálicas, opacadas a veces, susurrantes y en ocasiones muy claras. Por lo general, la voz necesita un canal, que en ocasiones es el ruido del ambiente como soporte. E incluso se han llegado a grabar imágenes en televisión con ruido blanco.

Las preguntas son inquietantes y sin respuestas aparentes. ¿Quién está al otro lado de esas voces? ¿Cómo se forman? ¿Qué nos quieren decir? Antes de entrar en la historia de las psicofonías, hay que explicar que no son un fenómeno aleatorio. No se dan por que sí. En muchas ocasiones, esas voces responden con lógica a preguntas formuladas por el experimentador. Y son respuestas inmediatas. Los experimentos de Sinesio Darnell, Pedro Amorós o Germán de Argumosa en España o Konstantin Raudive, Bender o Richet en Europa son apasionantes.

Esta circunstancia nos lleva a preguntarnos si el ambiente en el que vivimos no está compartimentado por varias dimensiones diferentes que no somos capaces de captar ni intuir. Si las respuestas atienden a la lógica de las preguntas, no estamos solos en esta dimensión o interactuamos de manera inconsciente con otras dimensiones sin saberlo.

Se han llegado a grabar psicofonías no sólo de voces humanas; también ruidos, instrumentos musicales, sonidos de animales… lo que las hace aún más inexplicables. En este sentido, la más famosa es la que grabó el profesor Germán de Argumosa en los años 80 en un chalet de lujo en una urbanización de Madrid y a la que se le bautizó como la 'Psicofonía del Infierno' y que merece la pena escuchar, con la explicación del profesor.

El horror que se percibe en esa grabación hizo a Argumosa desistir de emitir completa la grabación que dura más de diez minutos. Se emitió una sola vez completa en Radio Fortaleza, una pequeña emisora amateur de Madrid en los años 80. De aquella grabación, que conserva Santiago Vázquez en su colección y otros investigadores, sólo se emiten unos poco minutos, los menos horrorosos, que ya de por si lo son.

El misterio rodea esta grabación. En un momento de ésta una voz pide agua, me ahogo, dice. Fue el preludio de la muerte de uno de los testigos de la grabación. Un diplomático muy joven que dos meses después murió pidiendo agua porque se ahogaba. Un suceso que marcó mucho a Germán de Argumosa.

En la provincia de Burgos se han grabado psicofonías en diferentes lugares. Destacan las recogidas en Castrojeriz por el investigador Juanjo López, las recogidas en el antiguo manicomio de Oña y las de Ochate. Precisamente la de este pueblo fantasma hace cierta relación al significado del nombre, puerta del frío. La voz dice «¿qué hace la puerta cerrada?». Y otra en la que una voz imperativa dice «kamporá», que euskera es 'fuera', o pandorá, según otras interpretaciones.

Fue recogida en noviembre de 2012 enfrente del viejo convento de San Francisco, donde se ejecutaba a los reos de muerte. Antes de que quien invita a que alguien se manifieste, la voz dice «yerto». Está repetida tres veces en el sonido original y otras tres en sonido amplificado.

El boom de las psicofonías llego de la mano del doctor Fernando Jiménez del Oso en us programa de RTVE Más Allá. En ese programa, Argumosa o Sinesio Darnell, algunas de las psicofonías grabadas por este último dicen «¿y yo qué hago aquí?; «tengo miedo». Y ante la pregunta de Darnell «¿dónde estáis?», la respuesta es clarificadora «adimensional», no están en esta dimensión

Argumosa y Darnell son los pioneros de la transcomunicación instrumental en España y mostraron al público profano la existencia de estas grabaciones. Antonio José Alés, en la radio fue otro de los divulgadores de este fenómeno y de otros de naturaleza paranormal. Sinesio Darnell fue uno de los mayores expertos e psicofonías y psicoimagenes de España y con formación científica porque era químico industrial, técnico en microbiologia y diplomado en química oleícola, aunque curiosamente donde mas destaco fue en la investigación de la transcomunicacion instrumental. Publicó muchos libros, como ''Voces sin Rostro' , 'El misterio de la Psicofonia' o 'El mundo de lo intangible'.

En los años 50 los padres Ernetti y Gemelli realizaron un experimento novedoso. Con todas las reservas, el inicio más cercano del fenómeno de la psicofonía está en Roma, en 1952, durante una sesión de grabación de música gregoriana. Los padres Gemelli y Ernetti estaban en el laboratorio del primero realizando tareas de producción cuando sucedió algo no previsto.

Era el 15 de septiembre de ese año revisando esas grabaciones. Gemelli y Ernetti se sobresaltaron al descubrir que se había incluido en la cinta una voz que nadie escuchó en el proceso de grabación. la voz era muy reconocida por Gemelli. Esa voz era la de su padre ya fallecido. La súbita aparición de aquellas voces sirvió de acicate para que se dedicaran a investigar el hecho contactando con todos los expertos.

El siguiente en aparecer en este panorama fue Friedrich Jurgenson cuando un 12 de junio de 1959 captó una voz muy familiar para él de manera totalmente inesperada y casual.

Estaba en Estocolmo grabando la banda sonora del canto de los pinzones cuando al rebobinar la cinta abierta se encontró una voz que no esperaba. Era la de su madre que le decía «Fiedrich, mi pequeño Fiedrich», un diminutivo con el que le llamaba de niño.

Ya en los años 60 en adelante, aparecieron las figura de Richet, Konstantin Raudive, filósofo, y Hans Bender, profesor de la Universidad de Friburgo de Brisgovia. Ambos trabajaron en el mundo de la transcomunicación instrumental y realizaron numerosas psicofonías con resultados sorprendentes usando la técnica de la grabación ciega y la de lanzar preguntas que las voces contestaban.

Ambos influyeron en el pensamiento de Argumosa que en los 70 puso en boca de todos el término psicofonía y experimentó e investigo hasta su muerte en 2007.

Una conferencia de Germán de Argumosa el 11 de septiembre de 1971 fue el punto de partida del mundo del misterio en España. Fue en el club Yelmo de Madrid. Expuso por primera vez en España las llamadas 'voces de origen desconocido', voces, sonidos captados por los aparatos grabadores e inaudibles en el momento de su obtención. Es la mejor definición de psicofonía. Aquella conferencia no sólo revolucionó a los asistentes por los impresionantes testimonios emitidos en ella; fue el verdadero pistoletazo de salida de la investigación en España.

Las investigaciones de Argumosa se empezaron a multiplicar y dio a conocer uno de los fenómenos paranormales más famosos de España y del mundo, las caras de Bélmez, calificadas por Hans Bender como el caso más importante de la historia de los fenómenos parapsiobiofísicos como a Argumosa le gustaba denominar a estos acontecimiento. El estudio de las psicofonías o parafonías, que era el término que usaba, centró sus investigaciones y su vida.

Para Argumosa, dos hipótesis causales se encuentran frente a frente: la llamada animista y la trascendental. «La primera explica que es el inconsciente, el que produce el sonido, asimilándolo a un fenómeno de telecinesis. Según esta hipótesis, la parafonía, sería un fenómeno natural paranormal psíquico. Para ello ha de contar con una energía que se denomina 'telergia', aunque nadie haya logrado detectarla hasta la fecha. Para la hipótesis animista tal energía brota de determinados sujetos, de su inconsciente, pero ¿a través de qué órgano? Del cerebro.

La hipótesis no puede ni debe ser tan inexplicable como el propio fenómeno a explicar por ella». Se puede decir que «sabemos lo que no es una psicofonía, pero no qué es. No es sobrenatural; no es preternatural por razones filosóficas y teológicas. No es natural normal. Tal vez sea natural trascendente (de otra dimensión)», aseguraba.

Por eso Argumosa construye la hipótesis del consciente trascendente. Como todo hecho tiene su causa, si no se detecta la causa en el nivel ontológico (de conocimiento) en el que el efecto se manifiesta, la causa está en otro nivel. Esto no es una hipótesis, «es una tesis, en su aspecto formal, según el investigador. Grabó miles de parafonías.

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