Una pareja busca financiación para crear una quesería artesanal en un pueblo de Burgos

María y Moncef buscan ayuda para poder dar vida a su quesería. Esta pareja, que posee un pequeño rebaño de cabras, pretende que su quesería funcione de manera sostenible, no solo para preservar el medio ambiente, sino también ofrecer productos alimenticios de la más alta calidad. Para ello han abierto a través de una página de micromecenazgo una petición que les ayude a obtener la financiación necesaria para ello.

La pareja, originaria de Canicosa de la Sierra, en la Sierra de la Demanda, tiene un rebaño de 90 cabras a las que alimentan de manera natural y no con piensos y maíz. Además, las ordeñan a mano para asegura la pureza de su leche. De esta manera se evitan pesticidas en el alimento de los animales, dejando paso a una alimentación sana, mostrando así el compromiso de la pareja con la calidad y la sostenibilidad.

En su granja, María y Moncef siegan de manera manual las praderas naturales para obtener heno, promoviendo así la regeneración y biodiversidad en el entorno a largo plazo. Con este sistema de pastoreo extensivo, que excluye de la alimentación de las cabras piensos y cereales, los animales solo se alimentan de lo que encuentran en el monte y del heno que la pareja siega en verano.

Para elaborar los quesos artesanales con leche cruda, María y Moncef aplican técnicas tradicionales aprendidas en Francia, utilizando materiales no tóxicos, como acero inoxidable y madera, para mantener el bienestar de su rebaño y la salud de los consumidores.

Esta pareja ha optado por cabras rústicas de bajo rendimiento que, si bien producen menos leche que en un sistema convencional, ofrecen una alternativa más sostenible y responsable. Con este enfoque buscan tener menos gastos veterinarios, ya que priorizan métodos naturales para prevenir y tratar enfermedades. Así, están construyendo un modelo regenerativo y práctico que respeta su entorno, donde el pastoreo extensivo garantiza que los animales se alimenten de lo que la naturaleza les ofrece.

Buscan, en definitiva, un modelo de granja que sea regenerativa, sostenible y practicable de manera respetuosa con el medio ambiente.

María y Moncef comenzaron esta aventura en 2018 con tan solo 15 cabras en Francia, pero el aumento de precios en el sector inmobiliario les llevó de regreso a su tierra natal. Ya en Burgos han han adquirido una pequeña y antigua nave de piedra, a laque le queda mucho por hacer hasta convertirse en la quesería sostenible con la que sueñan. Para ello, buscan financiar su proyecto a través de aportaciones que les permitan construir una quesería artesana, una cava natural para afinar quesos y mejorar las condiciones de la nave que acogerá a las cabras.

La pareja está decidida a demostrar que otra agricultura es posible, más allá de los modelos convencionales del paisaje agropecuario actual. Sin embargo, los bancos no han mostrado interés en su enfoque innovador, por lo que han tenido que buscar nuevos caminos de financiación. Por ello buscan con cada contribución poder llevar a cabo una agricultura familiar, sostenible y respetuosa con el medio ambiente que promete, además, productos sanos y de calidad.

Para ello necesitan unos 37.000 euros. Con este dinero podrán construir una pequeña quesería artesana (15.000 euros), quieren construir también una cava natural para afinar los quesos (12.000 euros) y mejorar las condiciones de la nave que acogerá a las cabras (10.000 euros).

Saben que quizás no puedan llegar al objetivo marcado, pero María y Moncef aseguran que «todos los fondos recaudados irán destinados íntegramente a la instalación de quesería, cava y reparación de la nave».

Para agradecer a todo aquel que participe, esta pareja propone que se les contacte personalmente y ellos ofrecerán una cata de quesos y productos de la zona gratuita y también una visita a la granja. En esta visita, los mecenas podrán ver y o participar en el día a día de las cabras (ordeño, fabricación de queso, visita la cava, etc., ) a partir de abril de 2025 en Canicosa de la Sierra.

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