Los Siete Infantes de Lara dan la cara pese a la lluvia

Incertidumbre es lo que se vivió ayer en el primer pase de la representación teatral de los Siete Infantes de Lara que se celebra durante este fin de semana en Castrillo de la Reina. Una tarde lluviosa que hizo presentir lo peor. Caía agua con fuerza y en Castrillo nadie quería anunciar una cancelación, así que se estuvo esperando hasta el último momento para tomar una decisión. Finalmente, con esperanza y valentía, y pasadas las diez de la noche, la obra comenzó.

La representación comenzaba así: «Si épica es leyenda, épico es que ustedes estén hoy aquí». Y sí, fue un inicio un tanto incierto ya que tanto actores, organizadores y demás ayudantes estuvieron a punto de cancelar la obra debido al mal tiempo, algo que habría sido insólito. Pero no, la obra se desarrolló con total normalidad.

Muchos de los asistentes que allí hacían cola iban bien equipados con paraguas. Lejos de abandonar el lugar por las amenazas de lluvia, apenas sobraron una veintena de asientos, de los 400 que se habilitan para el público.

Vecinos, actores y participantes se pusieron manos a la obra para limpiar todos los asientos para que los espectadores pudiesen disfrutar de una maravillosa velada. Una obra basada en el texto de Lope de Vega, 'El bastardo Mudarra' que narra el enfrentamiento entre los siete infantes de Lara y la familia de doña Lambra (casada con Ruy Velázquez).

Por suerte, y como si se tratase de un milagro, dejó de llover justo para comenzar la representación, aunque muchos de los allí presentes no dejaron de mirar de reojo el gran nubarrón que tenían encima. La obra se desarrolló con total normalidad, estuvo muy bien organizada y se llevó a cabo una rápida respuesta por parte del personal ante la meteorología adversa.

Los que repiten edición tras edición aseguraron que hacía muchos años que no había habido amenaza de lluvia y alguno ni recordaban la última vez que había tenido a la lluvia como enemigo. Aun así, los que ya conocen la representación fueron bien equipados por lo que pudiese pasar. En el lugar se vieron muchas mantas (para el frío, ese sí, casi siempre presente), toallas cubriendo sillas y muchos plásticos y bolsas para no mojarse al tomar asiento. Todo ello para disfrutar de esta obra tan ilustre.

Además, hoy y mañana se podrá difrutar también de la obra a partir de las 22.00 horas. Eso sí, para estos dos días no hay previsiones de lluvia. Tampoco la había para ayer, así que en Castrillo nadie se fía y esperan la llegada de la noche, de nuevo, con algo de inquietud.