El yacimiento La Quivilleja de Valparaíso aporta nuevos datos sobre la tecnología de los preneandertales
La excavación de este yacimiento, situado en la localidad burgalesa de Hortigüela, ha cumplido con sus objetivos y permite recuperar un centenar de herramientas de piedra con bifaces, hendedores y picos
Este viernes 1 de abril, ha finalizado la segunda campaña de excavación en el yacimiento La Quivilleja de Valparaíso, ubicado en el término municipal de Hortigüela. Una campaña que ha permitido constatar la existencia de material arqueológico en posición estratigráfica en una antigua terraza del río Arlanza. Entre las herramientas recuperadas destaca una importante presencia de bifaces, hendedores, picos y lascas de gran formato, la mayor parte de ellas realizadas en cuarcita.
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Durante esta semana, un equipo de diez arqueólogos, muchos de ellos estudiantes de la Universidad de Burgos, ha terminado los trabajos de la cata de 25 metros cuadrados iniciada en la primera intervención, y se ha abierto una nueva cata de 15 metros cuadrados en otra área del yacimiento.
Los bifaces, denominados así porque están tallados por sus dos caras, son las piezas más características del modo tecnológico II o achelense. En Europa esta tecnología la comenzaron a desarrollar los preneandertales hace medio millón de años y está bien documentada en los yacimientos de Galería y Gran Dolina en la sierra de Atapuerca. Estos yacimientos se encuentran a tan sólo 32 km en línea recta del yacimiento de La Quivilleja de Valparaíso, por este motivo el estudio de la colección de herramientas de La Quivilleja de Valparaíso va a permitir conocer la relación tecnológica entre los grupos cazadores y recolectores que ocuparon la sierra de Atapuerca y los que se desplazaron por la cuenca media y alta del río Arlanza.
Las herramientas descubiertas fueron talladas para ser utilizadas directamente con la mano, sin necesidad de ir enmangados. Con estos objetos, los prenandertales podían despiezar un bisonte o trabajar una rama para fabricar una jabalina de madera.
Además del material descubierto en la excavación, toda una serie de prospecciones arqueológicas han permitido recuperar otro importante conjunto de piezas líticas de las mismas características. Estas herramientas han quedado dispersas por las tierras del alrededor, como resultado del desmantelamiento geológico de la plataforma donde se ubicaba el yacimiento. Una vez los grupos humanos abandonaron La Quivilleja de Valparaíso, el paso del tiempo y procesos naturales de carácter hídrico fueron erosionando el antiguo yacimiento y dispersando por el espacio limítrofe las herramientas que estos humanos habían tallado.
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Los 35 metros cuadrados excavados permiten constatar la gran extensión de este sitio, que ocuparía la antigua vega del río Arlanza. El estudio de La Quivilleja de Valparaíso nos introduce en la problemática de análisis del establecimiento de los nodos ocupacionales de las primeras redes poblacionales del territorio del Arlanza y establecer su relación con otras zonas como la cuenca del Arlanzón o la cuenca del Duero. La recuperación de la industria en estratigrafía y el material en superficie nos permite caracterizar los procesos técnicos de talla y conocer la complejidad de las industrias del modo 2 contemporáneas a los yacimientos de la sierra de Atapuerca en la segunda parte del Pleistoceno medio.
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