Félix Rodríguez de la Fuente: los enigmas que rodearon su vida y su muerte
El burgalés más querido, este 'el animal mediático' de la televisión hubiese cumplido este martes 95 años. El 14 de marzo de 1980, el día de su 52 cumpleaños, perdió la vida en Alaska en un accidente de avioneta. Su trágica muerte conmocionó a España
Su vida fue un canto a la naturaleza, a los animales y a lo salvaje. Desde que era solo un niño en su adorado Poza de la Sal, Félix Rodríguez de la Fuente sintió una fascinación especial por el reino animal y más tarde llevaría esa pasión a todos los hogares de España con su programa 'El hombre y la tierra', que cambió para siempre la historia de la televisión y que marcó a toda una generación.
Falleció un 14 de marzo, como hoy, en un accidente de avioneta en Alaska. Era el año 1980 y, además, el día de su 52 cumpleaños. Este 2023 hubiese cumplido 95. España entera lloró su muerte y los niños se quedaron huérfanos de un maestro que, a través de la pequeña pantalla, supo como nadie transmitir su amor, su curiosidad y su profundo respeto por la naturaleza.
A continuación, os ofrecemos una lista con las curiosidades más interesante del hombre que, dicen, era el español más conocido en su tiempo después de Franco.
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Sin escolarizar
Samuel, el padre de Félix Rodríguez de la Fuente, era notario, aficionado a la lectura y amante del castellano, pero no era partidario de la escolarización temprana, así que él mismo educó a Félix hasta que a los 9 años ingresó en el colegio Sagrados Corazonistas de Vitoria.
Odontólogo
Félix estudió la carrera de Medicina en Valladolid, en 1953 culminó su licenciatura y en 1957 finalizó la especialidad de Estomatología en Madrid. Llegó a ejercer como odontólogo, pero acabó dejándolo al poco de morir su padre para entregarse a la cetrería y a la divulgación científica.
Cetrería y amor
Su afición por la naturaleza comenzó en las excursiones que realizaba en los alrededores de Poza de la Sal. En una de ellas observó cómo un halcón capturaba un pato, una imagen fascinante que lo unió por siempre a la cetrería. Félix se enamoró de Marcelle Geneviève Parmentier Lepied, quien fue su esposa, madre de sus tres hijas y colaboradora incansable.
Divulgación
Fue pionero al intuir la importancia de la divulgación y de los documentales de naturaleza. Comenzó a dirigir series para televisión en 1968 con 'Fauna', que luego se transformó en 'Animalia', por su coincidencia con el nombre de la enciclopedia Salvat que dirigió.
Con un halcón en el puño
En 1964, tras ganar una competición de cetrería, Televisión Española le invitó a un programa. La pasión y oratoria que demostró en la entrevista enamoraron al público y a la cadena. Así que le contrataron para colaborar en el programa de fin de semana. Con esta hembra de halcón había sido portada de ABC en octubre de 1964.
El Cid
En 1961 ya había trabajado como asesor de cetrería en la película 'El Cid', rodada en España y con Charlton Heston y Sophia Loren como protagonistas.
Cetrero mayor del reino
En 1962, bajo su título oficioso de Cetrero Mayor del Reino, Félix Rodríguez de la Fuente recibió el encargo del Gobierno de Franco de capturar dos halcones peregrinos para regalárselos al rey Saud de Arabia Saudí. Dos años más tarde, el monarca le financió el rodaje de su primer documental, titulado 'Señores del espacio'.
'El hombre y la Tierra'
'La aventura de la vida', que se emitía en Radio Nacional, y después 'El hombre y la Tierra', fueron los programas que lanzaron su popularidad. Su alcance era enorme, todo un país se quedaba pegado a sus historias de animales. Félix fue un divulgador de talento, un naturalista vocacional y, sobre todo, un portentoso animal mediático.
Hermano lobo
Rodríguez de la Fuente enseñó a amar a los animales, a respetarlos e, incluso, a tomar cariño a especies tan denostadas como el lobo, del que fue un defensor a ultranza . En 1965 consiguió dos lobeznos a los que salvó de morir apaleados en un pueblo. Los crió y estudió ayudado por su mujer, Marcelle. Les llamaron Rómulo y Remo. También impulsó la creación de espacios protegidos, como los parques nacionales de Doñana, Daimiel y Cabrera.
Un lugar bello para morir
Félix Rodríguez de la Fuente falleció el día que cumplía 52 años, el 14 de marzo de 1980, en Alaska. Odiaba volar y se cambió de avioneta porque la primera había sufrido una pérdida de aceite. Dicen que poco antes de subir a la avioneta en Alaska dijo: «qué lugar más hermoso para morir». La avioneta que lo transportaba se estrelló por causas desconocidas.
El último viaje de Félix
Su viuda aseguró que antes de salir hacia Alaska, Félix le había firmado un poder, la primera vez que hacía algo así, por lo que creía que había tenido un presentimiento. También desveló que Félix estaba preocupado por los problemas económicos que sufría la serie. Aseguró que el burgalés le había comentado que este era el último viaje porque quería tomarse la vida con más tranquilidad.
El accidente
El piloto de la avioneta era Warren Dobson, uno de los mejores pilotos de Alaska. El accidente se produjo a las 12.30 horas del 14 de marzo, hora local en Alaska. En el lugar donde cayó la avioneta se erigió una estatua en su memoria que fue destruida años después para construir una carretera. El dúo Enrique y Ana lanzaron ese mismo año una de las canciones más exitosas de su carrera: 'Mi amigo Félix'.
Las sospechas
El prematuro fallecimiento de Félix Rodríguez de la Fuente supuso un duelo nacional. En julo de 2020, la Audiencia Nacional abrió una investigación para esclarecer las causas de la muerte de Félix y las otras dos personas de su equipo de TVE. A pesar de ver indicios de delito en la fase de instrucción, la investigación fue cerrada.
El recuerdo de su tierra
La provincia de Burgos y, por supuesto, Poza de la Sal, celebran este mes de marzo actividades en memoria de Félix Rodríguez de la Fuente. En Poza de la Sal se puede apreciar una estatua del naturalista con uno de sus fieles amigos, un lobo, así como un busto con un halcón sobre su pecho y un espacio expositivo específico sobre su figura.
AUX STEP FOR JS
Este 14 de marzo de 2023 se cumplen 43 años de su muerte y, aún así, su legado sigue influyendo en la forma en que miramos el mundo que nos rodea. Félix Rodríguez de la Fuente pertenece a una generación de biólogos que, en la segunda mitad del siglo XX, en uno de los momentos más destructivos para el medio ambiente, se dieron cuenta de que había que cambiar de forma radical nuestra relación con la naturaleza y los animales.
