El acceso al bus urbano con silla de ruedas quedará clarificado tras los cambios de la ordenanza
El concejal de Movilidad, Leví Moreno, explica que había algunas dudas que afectaban a ciertas sillas de ruedas pero se disipan en el modificado que se aprueba este viernes
El pleno del Ayuntamiento de Burgos aprueba este viernes la modificación de la Ordenanza de Movilidad, que ha servido para enmendar errores y deficiencias detectados en el texto original, que entró en vigor en enero de 2020. También para clarificar conceptos, como el relativo al acceso en silla de ruedas a los autobuses urbanos, que ha generado algunos problemas entre usuarios y conductores.
De este modo, el modificado recoge que al autobús urbano «podrán subir scooters eléctricos y sillas de ruedas motorizadas para personas con discapacidad con movilidad reducida, siempre y cuando su peso sea inferior al admisible para la rampa de acceso y cuyas dimensiones no excedan el espacio reservado a tal efecto», lo que evita cualquier duda que puedan albergar los conductores.
Así lo explica el concejal de Movilidad, Leví Moreno, tras la denuncia realizada por un usuario, que ha puesto una queja ante el Samyt después de que un conductor de autobús de la Línea 1 de Gamonal no le permitiese acceder al vehículo con su silla de ruedas motorizada. Queja que se está analizando en el Samyt, afirma Moreno, y situación por la que pide disculpas al afectado.
El texto original de la ordenanza recoge que «no podrán acceder al autobús los VMP, scooters eléctricos de 4 ruedas y similares, únicamente podrán hacerlo las sillas de ruedas motorizadas para personas con discapacidad con movilidad reducida». Y, aunque a juicio del afectado, está claro que él puede acceder, Moreno admite que hay algunas sillas de ruedas modernas que han generado dudas entre los conductores.
Con la nueva ordenanza esas dudas se disipan, insiste Moreno. Mientras, el usuario afectado denuncia que, más allá de dejarle o no subir al autobús, el comportamiento del conductor fue «soberbio y prepotente». En su reclamación explica los hechos e indica que, cuando fue a mostrarle su certificado de discapacidad, el conductor le cerró las puertas y arrancó el autobús dejándole en tierra.
No descarta acudir a los tribunales a denunciar lo que considera un trato «vejatorio y discriminatorio» pero, sobre todo, quiere denunciar públicamente lo ocurrido para que «no le pase a otros». Y para que se tenga en cuenta, también en el servicio de autobuses, esta realidad, pues si bien su silla de ruedas es de las más modernas, cumple con los requisitos para acceder a los autobuses urbanos.
