El Ayuntamiento mantendrá los espacios privados de uso público
La modificación del PGOU resuelve uno de los problemas perennes de Burgos, liberando a las comunidades de vecinos de los gastos de limpieza, alumbrado o mantenimiento de jardines
El Ayuntamiento de Burgos asume los gastos de mantenimiento de los espacios privados de uso público, esas plazas y patios propiedad de comunidades de vecinos pero que forman parte del entramado de vías públicas, y que son usadas por los ciudadanos sin discriminación. Eso sí, solo se encargará del mantenimiento, las inversiones seguirán siendo cosa de los propietarios.
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Así lo ha indicado el alcalde, Daniel de la Rosa, como una de las mejoras que incluye la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Hasta ahora, el Ayuntamiento intentaba asumir estos gastos, a través de convenios suscritos con los vecinos, como los más recientes de San José Obrero, Santa Clara o Subida de San Miguel.
Sin embargo, se necesitaba una solución definitiva, que permitiese atender a todas las demandas por igual, y se ha recogido en el modificado. A partir de ahora, y en función de las posibilidades presupuestarias, las arcas públicas se encargarán de mantener todos esos espacios privados de uso público, cientos en la ciudad.
De la Rosa ha especificado que las labores de mantenimiento abarcarán limpieza urbana; conservación del alumbrado público y suministro eléctrico; mantenimiento, conservación y sustitución de mobiliario urbano; espacios ajardinados; y pavimentos. También la sustitución de baldosas, siempre que el deterioro sea fruto del uso normal y habitual.
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De este modo, el equipo de Gobierno cumple con uno de sus compromisos, una solución que llevaba denunciando años desde la oposición. Sin embargo, no es esta la única novedad que trae la modificación del PGOU, que inicia ahora su tramitación con la aprobación inicial en el pleno del viernes.
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Además de cumplir con el mandato del TSJCyL, y anular cuatro sectores de suelo urbanizable de uso residencial por una previsión desmesurada del crcimiento de Burgos, la revisión aprovecha para atender reclamaciones y solucionar problemas que se han detectado desde que el documento orginial se aprobara en 2014.
Coto a las viviendas turísticas
La revisión regula los apartamentos y las viviendas turísticas, posibilitando este modelo de negocio pero limitando su implantación, ha explicado el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito. Se trata de impedir, por ejemplo, que un edificio del centro histórico acabe convertido en viviendas turísticas, relegando a los pocos propietarios que todavía quden residiendo.
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En cuanto, a modelos de construcción sostenible, se incluyen incentivos para favorecer la construcción «verde»; se flexibilizan las condiciones para la instalación de energía renovable y redes de calor; y alternativas para que los edificios del centro histórico, más protegidos por Patrimonio, puedan mejorar sus aislamientos.
Además, se modifican criterios de etiquetas urbanas que van a permitir, por ejemplo, habilitar aparcamientos en plantas bajas de los edificios, algo hasta ahora imposible. Y será fundamental para barrios como Gamonal, en el que la mitad de sus edificios tienen una etiqueta que impedía generar esos garajes tan necesarios.
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