Rosendo, Barrio Sésamo, la Ruta Quetzal… Y los presupuestos de Burgos

El Pleno extraordinario del Ayuntamiento de Burgos celebrado este jueves en la víspera de Nochebuena ha sido breve, comparado con lo acostumbrado por los grupos municipales, y ha estado salpicado de recuerdos y añoranzas a los años 80. Todo ello aderezado de buenos deseos navideños y un poquito de retranca castellana, que nunca viene mal.

Porque si a las redes sociales uno va llorado de casa algunos concejales han debido pensar que al Pleno habría que hacer lo mismo. Pero por si acaso, los buenos deseos primero. Los que dejaba el concejal del Grupo Municipal Vox, Fernando Martínez-Acitores, que quería desear «una Feliz Navidad de verdad» a todos.

No fue esta la única felicitación navideña, Carolina Blasco no quiso perder oportunidad tampoco de hacerlo, pero le añadió otros ingredientes a esta tradición: «También queremos trasladar nuestros mejores deseos de felicidad a todos los burgaleses, por su puesto que sí, no vaya a ser que Vox, como consecuencia de estos deseos y no tanto de hacer oposición, posteriormente nos quite algún voto». Y se armó el Belén, claro. Que si yo lo digo de corazón, que si yo te felicito pero porque es época, que si lo hago sabiendo que aunque no lo hiciera no me robarías votos...

Blasco no dejó indiferente a nadie en su primera intervención, en la que acusó al bipartito de «vender» su presupuesto y citó a Rosendo para acusarles de haber añadido 'Por Vergüenza Torera' la extinción de los contratos de los profesores de la Escuela de Relaciones Laborales. Y tras enumerar las razones por las que no estaba de acuerdo con el hacer del alcalde, citaba al cantante: «Qué pena, qué frustración, qué triste porvenir».

Y nuevo lío cuando tomó la palabra el vicealcalde al preguntar si habría segundo turno o si Ángel Martín (Vox) ya había consumido todo el tiempo. «Es el primer turno, pero si no le parece bien que vuelva a intervenir, si al señor Marañón no le gusta que yo intervenga, dígalo claramente», contestaba el aludido. «Es que está consumiendo mi tiempo el señor Martín», acusaba Vicente Marañón mientras Daniel de la Rosa intentaba poner paz como las maestras en las aulas.

Tras este pequeño conato de pelea infantil llegó la primera referencia a la infancia de muchos. «El Ayuntamiento de Burgos ya tiene aquí un presupuesto antes de que acabe el año, la Junta de Castilla y León, no», presumía Vicente Marañón, que apostillaba que esto era «importante para la audiencia de Barrio Sésamo como el señor Martín». Y otra vez se armó el Belén tan propio de estas fechas.

Entonces Marañón se convirtió en capitán. De barco. Porque «tras escuchar la intervención de la señora Arroyo y su avatar, porque habla en plural y está ella sola» y escuchar también «la intervención del señor Martín» rememoró tiempos ahora pasados. «Hace ya bastantes años tuve la oportunidad de participar en un programa que se llamaba Ruta Quetzal y fuimos a América en barco con Miguel de la Cuadra Salcedo» y entre pandemias de escorbuto y coronavirus anunció que el mayor de los problemas reside en que parte de la tripulación (aquí corporación) empiece a preguntar tres días después de partir «¿cuándo llegamos a tierra?».

«Había gente, como la señora Arroyo, que no sabía para qué servía el astrolabio, imagínense», continuaba el capitán, digo el vicealcalde, y los murmullos de los concejales cada vez iban a más. El astrolabio no es otro que 'Promueve', a quien Marañón defendió a capa y espada. «Quiero remarcar lo difícil que es sacar un presupuesto en estas circunstancias», alegaba.

Y el astrolabio trajo cola. «Con el señor Marañón me iría al Club de la Comedia pero no me iría a gobernar. El señor del astrolabio que no sabe dónde está la proa y dónde la popa», alegaba Margarita Arroyo, que tuvo que defenderse de las alusiones a su persona. Y Ángel Martín también se tomó la revancha: «Señor Marañón, este es su pleno, pero usted no lo ha aprovechado para vender el presupuesto, lo ha aprovechado para mentir, contar fábulas... Es verdad que con ciertas dotes dramáticas, será por su paso por televisión, no sé por qué programa, si por la Bruja Avería o por Barrio Sésamo, no recuerdo cuál».

Y el pleno continuó entre recordatorios a la Ruta Quetzal, citas a Rosendo, felicitaciones navideñas impostadas y una votación a los presupuestos que casi pasó desapercibida. Montan la barraca y venga tiroriro. Y toma traca y daca y luego yo no he sido. Y no lo digo yo, lo dice Rosendo.

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