Botellones y peleas marcan las noches de la Policía Local de Burgos, que reclama refuerzos
Se nota un repunte del botellón, con ataques directos a los agentes, mientras que los altercados nocturnos han vuelto a sus horarios habituales | Policía Local ha realizado más de 400 intervenciones relevantes hasta agosto
Solo la semana pasada, la Policía Local de Burgos interpuso un centenar de denuncias por el botellón. Se cuenta con un par de patrullas que, de manera permanente, vigilan la zona centro y El Castillo, hasta la madrugada. El objetivo es evitar las concentraciones de jóvenes y el consumo de alcohol en la vía pública, una práctica más que habitual que se ha intensificado en las últimas semanas.
Publicidad
Es lo que ven, en su día a día, los agentes del cuerpo policial, un repunte de los botellones, con las ya conocidas consecuencias: molestias a los vecinos, ruidos, vandalismo y suciedad. También ataques a los agentes, a los que algunos reciben a pedradadas desde el Castillo cuando llegan con los vehículos oficiales para dispersar las reuniones, explican fuentes del Sindicato Profesional de Policía Municipal de Burgos.
«Los botellones dan lugar a más intervenciones policiales», apunta, pues se trata de un consumo de alcohol incontrolado en zonas muy concretas, como son el Castillo y el Casco Histórico Alto, pero también incontroladas. De ahí el dispositivo especial puesto en marcha, con refuerzos que si bien no son pocos, tampoco son suficientes, matizan desde el sindicato policial.
Más información
Los refuerzos de fin de semana se suelen hacer con dos patrullas, pero el trabajo se multiplica por tres, explican, así que esos cuatro agentes más deberían ser refuerzo de domingo a lunes, duplicándose de jueves a sábado, que es cuando se producen los mayores altercados, ya sean en forma de botellón, peleas o desórdenes públicos. «Se debe reforzar la plantilla cuando hay un servicio extraordinario, de manera proporcional, para ofrecer calidad en el servicio y seguridad al que lo presta», insisten.
Y es que la vida sigue más allá de los botellones, y las tareas ordinarias del turno de noche, también. La Policía Local de Burgos, según datos facilitados desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana, realizó más de 400 intervenciones relevantes entre las diez de la noche y las siete de la mañana hasta el mes de agosto. La cifra es ligeramente inferior a la registrada en 2020, pero entonces hubo más controles y, además, en este 2021 hemos vivido restricciones al ocio nocturno y el toque de queda.
Publicidad
Más conflictividad y peleas
Entre las actuaciones más destacadas, 18 correspondieron a peleas y 17 fueron peleas en grupo, pero también han tenido que intervenir en 26 agresiones, 16 casos de amenaza y casi medio centenar de casos de violencia de género. Y muchas acaban en detenciones, en colaboración en algunos casos con Policía Nacional. De hecho, la estadística del Ministerio del Interior sobre criminalidad en Burgos, correspondiente al primer semestre del año, recoge 17 delitos por lesiones y riñas tumultuarias, por ejemplo.
La pandemia ha condicionado las intervenciones de Policía Local. En los momentos más duros del confinamiento hubo muchos más controles, que se han mantenido después para vigilar el cumplimiento de medidas de seguridad y restricciones (aforos de terrazas o locales, horarios de cierre, uso de mascarillas en interiores...). Después, se han vivido otras situaciones un tanto excepcionales.
Publicidad
Con los toques de queda, los altercados pasaron a sufrirse en horario de tarde (ahora ya han vuelto a las noches y las madrugadas) y cuando se levantaron las restricciones se notó un aumento de la conflictividad. Mucha agresividad, mucho desmadre, que acababa en peleas y en agresiones a agentes, faltas de respeto y detenciones. Ahora la situación parece haberse calmado, aunque las peleas y los altercados siguen ahí, como siempre.
Lo que también han aumentado son las intervenciones por fiestas en los domicilios, ruidos y molestias, que denuncian los vecinos, como consecuencia de las restricciones en el ocio nocturno. Y, a todo ello, que se mueve entre lo ordinario y lo extraordinario de la pandemia, las actuaciones habituales: incautación de drogas, controles de seguridad ciudadana, vandalismo, venta de alcohol a menores, carreras ilegales de coches...
Publicidad
Por todo ello, el Sindicato Profesional de Policía Municipal insiste en la necesidad de contar con mayores refuerzos para hacer frente a las necesidades diarias del cuerpo. También recuerdan que siguen con un número importante de vacantes en el nivel de subinspectores, que son los jefes de grupo, cuyas labores las están asumiendo oficiales, por encima de sus competencias, aunque el Ayuntamiento prepara las bases para una nueva convocatoria, para cubrir 6 plazas.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión