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Panteones del Cementerio de San José de Burgos. Patricia Carro
Cementerio sin panteón de ilustres, pero con ilustres enterrados

Cementerio sin panteón de ilustres, pero con ilustres enterrados

En el camposanto de San José de Burgos reposan los restos mortales de personas destacadas, como Félix Rodríguez de la Fuente, Rosa de Lima Manzano o Rafael Calleja

Viernes, 1 de noviembre 2019

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Todas las ciudades y pueblos del mundo recuerdan a sus benefactores o hijos ilustres dando su nombre a calles y centros públicos, colocando una estatua en su honor u organizando actividades que recuerden su labor. La plaza de Alonso Martínez, el colegio Padre Manjón, el monumento de Diego Porcelos o el concurso nacional de corales Antonio José demuestran que Burgos no es una excepción y mantiene vivo el recuerdo de las grandes personalidades de la capital y provincia.

En algunos casos, incluso, esta honra se traslada a los cementerios, donde existen panteones dedicados a los ilustres. Valladolid cuenta con uno y a orillas del Arlanzón se ha pensado en varias ocasiones en construir uno, pero esta idea no ha llegado a buen puerto. Eso sí, no es por falta de gente que merezca ser recordada. Uno de los burgaleses más famosos de la historia (y ahora más por la última novela de Pérez Reverte y la serie de Amazon), Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, está enterrado, tras algunos vaivenes, bajo el crucero de la Catedral.

En un lugar inusual se encuentra también Juan Martín Díez 'El Empecinado', vallisoletano de nacimiento pero burgalés de adopción. En el caso del héroe de la Guerra de la Independencia, fallecido en Roa en 1825, permanece enterrando en la tumba-monumento construida en la calle Fernán González, justo en frente de lo que fue el antiguo cementerio de la ciudad.

El Empecinado, imagen del cuadro de Francisco de Goya
El Empecinado, imagen del cuadro de Francisco de Goya

Algunos burgaleses ilustres han optado por la incineración y sus cenizas han buscado diferentes acomodos, incluido el Cementerio de San José, donde también reposan otras figuras destacadas de la capital y la provincia. Y todas, a la espera del panteón de ilustres.

El primer nombre que viene a la cabeza, en estos casos, es el de Félix Rodríguez de la Fuente. El naturalista pozano falleció en un trágico accidente de aviación en Alaska el 14 de marzo de 1980 y fue enterrado en su localidad natal, Poza de la Sal, pero fue exhumado y trasladado al cementerio de la capital burgalesa en junio de 1981 a petición de su viuda, pero con la oposición de los pozanos. Cualquier persona que lo desee puede dejar fácilmente un ramo de flores en memoria del director de El Hombre y la Tierra, ya que existe un panteón construido por el arquitecto Miguel Fiscal junto a una escultura de Pablo Serrano.

Félix Rodríguez de la Fuente, junto a la Catedral de Burgos.
Félix Rodríguez de la Fuente, junto a la Catedral de Burgos. Europa Press

También reposan eternamente los restos de la política Rosa de Lima Manzano. Nacida en Villanueva de Gumiel, fue concejala en el Ayuntamiento de Burgos tras las elecciones locales de 1979, gobernadora civil de Palencia entre 1982 y 1987 y directora general de Tráfico desde la última fecha hasta su muerte, el 30 de junio de 1988. Murió en un accidente de helicóptero en la Sierra de la Cabrera (Madrid) junto al escritor Santiago Amón, el diputado socialista Alberto Acítores y los dos pilotos de la DGT, Santiago Aizpurúa y Manuel Moratilla. Fue enterrada el 2 de julio de ese mismo año.

Rosa de Lima Manzano, acompañada por el piloto Santiago Aizpurúa.
Rosa de Lima Manzano, acompañada por el piloto Santiago Aizpurúa. Efe

En clave política, en el Cementerio de San José también se encuentra enterrado Francisco Aparicio y Ruiz, abogado y político burgalés, que llegó a ser ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes con Alfonso XIII. Nació en Burgos en 1852. Fue presidente de la Diputación Provincial y, de ahí, saltó a la política nacional. También fue director del periódico burgalés Caput Castellae. Falleció en la capital en 1936

Y Alejandro Rodríguez de Valcárcel, nacido en Burgos en 1917. Fue un destacado político durante la dictadura de Francisco Franco, ocupando no pocos altos cargos, incluido el de gobernador civil de Burgos, vicesecretario general de la FET y de las Jons y presidente de las Cortes Franquistas. También fue presidente del Consejo de Regencia tras lla muerte del dictador, del 20 al 22 de noviembre de 1975. Falleció en Madrid en 1976 pero fue enterrado en Burgos.

O el industrial Perfecto Ruiz Dorronsoro, que fue diputado por Burgos en las Cortes republicanas y alcalde de la capital entre junio de 1931 y mayo de 1934. Creador de la empresa zapatera Hijos de Miguel Ruiz, S.A., falleció a los 102 en febrero de 1945.

Rodríguez de Valcárcel junto al rey Juan Carlos I
Rodríguez de Valcárcel junto al rey Juan Carlos I Cifra Gráfica

Burgos ha sido (y sigue siendo) tierra de músicos y compositores. Algunos de ellos tienen su espacio reservado en el Cementerio de San José, en panteones tan acordes a la naturaleza artística de sus difuntos como el de Rafael Calleja, quien está enterrado en una sepultura cerca de la entrada al camposanto, decorada con una gran Clave de Sol y con una incripción que recoge las primeras frases del Himno a Burgos

Calleja publicó más de 300 obras musicales dramáticas y fue también empresario artístico. Fundó en 1899, junto con Ruperto Chapí, Sinesio Delgado o Carlos Arniches, la Sociedad de Autores Españoles, precedente de la actual SGAE. Y, en lo que a Burgos toca en el corazón, es el autor del Himno a Burgos (con letra de Marciano Zurita), y del Himno a Briviesca. Falleció en Madrid en 1938 pero, tras la Guerra Civil, el Ayuntamiento se encargó de trasladar sus restos a Burgos.

Rafael Calleja.
Rafael Calleja. Archivo Municipal

En San José se encuentra también enterrado, en el panteón familiar junto con sus padres y hermanos, el director de orquesta Rafael Frühbeck, que falleció el 11 de junio de 2014 a consecuencia de un cáncer. Frühbeck, considerado como el director de orquesta español con mayor prestigio internacional, fue titular de la Orquesta Sinfónica de Dinamarca y, durante su trayectoria profesional, dirigió un centenar de orquestas en Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá.

Rafael Frühbeck.
Rafael Frühbeck. EFE

Muy reciente es también la pérdida del compositor Alejandro Yagüe, que fallecía en agosto de 2017, dejando tras de sí una dilatada carrera profesional marcada por los éxitos. Con innumerables premios, entre ellos el Manuel de Falla, ha sido reconocido como uno de los compositores más relevantes de España, pero también como un destacado creador de música coral y folclorista.

Nacido en Palacios de la Sierra en 1947, Alejandro Yagüe cerró su carrera profesional completando 'El Mozo de Mulas', la ópera en tres actos que el también burgalés Antonio José dejó inconclusa al ser asesinado en octubre 1936 (uno más de los represaliados en los primeros meses de la Guerra Civil, cuyos restos acabaron en las fosas comunes de Estépar). El fallecimiento de Yagüe en agosto del 2017 le impidió disfrutar del estreno mundial de 'El Mozo de Mulas', en el Fórum Evolución de Burgos en noviembre de ese mismo año.

El compositor Alejandro Yagüe
El compositor Alejandro Yagüe El Norte

De la música a la pintura, un ámbito en el que predominan las incenaraciones, sobre todo entre los fallecimientos más recientes. Los artistas José del Olmo y Pedro Saiz descansan en Burgos. También lo hace el pintor y muralista José Vela Zanetti, que fue incinerado y pidó que sus cenizas se repartieran entre Burgos y León (la ciudad de su «alma», como él mismo aseguró). Nacido en Milagros en 1913, Vela Zanetti tuvo que exiliarse a América al inicio de la Guerra Civil. Entre su obra, destaca el mural 'La lucha del hombre por la paz' en la sede de la ONU. Falleció en la capital burgalesa en 1999.

El pintor y muralista José Vela Zanetti
El pintor y muralista José Vela Zanetti Federico Vélez | EFE

Incinerado fue también el pintor Luis Sáez, que falleció en mayo de 2010. El artista de Mazuelo de Muñó ha sido una de las figuras más relevantes de la pintura burgalesa, y también una de las más cotizadas. Fue Premio de las Artes de Castilla y León y Premio Nacional de Dibujo Pancho Cossío.

Y otro Premio de las Artes de Castilla y León, Modesto Ciruelos, se encuentra entre los nombres de los pintores relevantes de Burgos e incinerados. Natural de Cuevas de San Clemente, el artista burgalés falleció en la capital en agosto de 2002, dejando tras de sí una prolífica trayectoria profesional, que le permitió exponer por todo el mundo. Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus restos descansan en el panteón familiar de San José.

El pintor Modesto Ciruelos.
El pintor Modesto Ciruelos. Ricardo García | ICAL

Más reciente ha sido el fallecimiento de otro grande de la pintura burgalesa, Ignacio del Río. París, Lyon, Atenas, Los Ángeles, Montreal, Venezuela o Casablanca, junto con ciudades españolas, fueron algunas de las plazas en las que el pintor, ilustrador y dibujante pudo exponer sus obras. Nacido en Burgos en 1936, el artista vivió a caballo entre España y el extranjero, hasta que se asentó en la capital, donde falleció en agosto de 2015. También fue incinerado.

Ignacio del Río en una exposición en Valladolid
Ignacio del Río en una exposición en Valladolid Eduardo Margareto | ICAL

Y que no se nos olvide Mari Cruz Ebro, escritora burgalesa, autora de artículos periodísticos, obras teatrales, novelas y sus 'Memorias de una burgalesa', que falleció en enero de 1967.

Ni el escritor Tino Barriuso, poeta, novelista, dramaturgo y columnista burgalés; un intelectual de los pieas a la cabeza, que falleció en mayo de 2017, de forma precipitada, a los 69 años, de un infarto. Fue uno de los fundadores de la revista literaria Artesa e hizo sus pinitos en le mundo de la política, primero como cabeza de lista por IU en las elecciones municipales de 1987 y, después, como candidato al senado por UPyD en 2008. Fue incinerado.

Tino Barriuso
Tino Barriuso Ricardo Ordóñez | ICAL

O el actor de cine Paul Naschy, cuyo nombre real era Jacinto Molina, que descansa en el Cementerio de San José desde diciembre de 2009. Se cumplió así con las últimas voluntades del actor, conocido por sus interpretaciones de películas de terror, especialmente, su papel de hombre lobo. Falleció en Madrid pero quiso ser enterrado en Burgos, ciudad natal de su esposa y dónde también el actor pasó parte de su infancia.

Paul Naschy
Paul Naschy Nacho Gallego / EFE

Y para cerrar este recorrido, más indicativo que exhaustivo, es necesario hacer una breve mención a los monumentos del Cementerio de San José dedicados a las víctimas del franquismo o a los militares fallecidos, entre los que se encuentran las víctimas del accidente aéreo del Yak-42.

Monumento en recuerdo a las víctimas del franquismo
Monumento en recuerdo a las víctimas del franquismo PCR
Monumento en recuerdo de los soldados
Monumento en recuerdo de los soldados PCR

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