Los cotillones con cena están agotados en Burgos. Ricardo Otazo

Los cotillones de Nochevieja agotan sus entradas en Burgos

Los hoteles que realizan este tipo de eventos reciben grupos de la provincia, de distintos puntos del país e incluso del extranjero

Ruth Rodero

Burgos

Viernes, 15 de diciembre 2023, 07:03

Ya no hay aforo para los cotillones de Nochevieja en Burgos. Los establecimientos hoteleros que ofrecen cena más cotillón han colgado el cartel de no hay billetes y las listas de espera se multiplican esperando que una baja de última hora les permita disfrutar de la última noche del año sin pensar en el menú con el que agasajar a la familia.

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Porque cada vez más son los burgaleses -y foráneos- que quieren celebrar sin meterse entre fogones ni tener que fregar y recoger al acabar la fiesta. De esta manera, unas mil personas han adquirido ya sus entradas para la Nochevieja.

Cada hotel que ofrece este evento busca la manera de diferenciarse para atraer a su público. Jesús San José, del Hotel Ciudad de Burgos, cuenta que cada preparan «una temática para el cotillón». «Este año es sorpresa, tiene que ver con unas burbujas y es una gala temática. Hay espectáculo durante la cena, es una cena de banquete, damos bolsa de cotillón, el menú de gala, la proyección de uvas en pantalla gigante, hacemos unos bingos, sorteos y tenemos fiesta y chocolatada», cuenta.

Recibirán a 250 personas y lo tienen completo, son lista de espera por si alguien no puede acudir. «La gente lo pide mucho, cada vez lo piden más y en los últimos años se nota mucho que la gente quiere salir fuera. La mayoría de las personas que vienen son de fuera y cogen también habitación. Viene gente de Toledo, Bilbao, Pamplona, Valladolid…», asegura. Además, mucha gente se queda a dormir y el perfil de los clientes es variado, «desde familias con sus hijos a grupos de amigos, incluso también gente que está sola y quiere pasar esa noche acompañado», finaliza.

En el Hotel Corona de Castilla se están comercializando dos tipos de cotillón, como explica Álvaro Barriocanal: «Hacemos dos tipos de cotillón, el que se hace en la discoteca y que tiene un público más joven, que es solo la fiesta y comienza sobre a la 1:00, después de las uvas y que tiene un aforo de unas 200 personas y el del hotel».

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El del hotel, en cambio, dará de cenar a 150 personas y ya está agotado también. «Incluye cena, regalos y sorteos y la fiesta de cotillón después de la cena. Viene tanto gente de Burgos como gente de fuera que busca el alojamiento y el desayuno y que se queda del 30 al 1 de enero», indica. «Las mesas más grandes suelen ser gente de Burgos, familias, mientras que los que vienen de fuera son individuales», aclaran desde el hotel.

El cotillón más veterano de Burgos es el del Coco Atapuerca, que lleva casi 40 años celebrando el cambio de año con burgaleses y turistas. Este año despedirán el 2023 en compañía de «un grupo mexicano y otro argentino». Así lo desvela Daniel, que cuenta también que «están vendidas las 350 plazas» del cotillón.

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«Tenemos sobre todo familias, hay gente que ha venido toda la vida y ahora están viniendo los hijos, vienen parte con los nietos… Llevamos haciéndolo toda la vida», explica. Además de los burgaleses los turistas son un perfil importante de cliente para esa noche. «El que viene de fuera y tiene hotel no siempre tiene cena, porque hay hoteles que no la ofrecen ese día, entonces se tiene que ir a algún sitio a cenar», argumenta.

Además, asegura que ello ofrecen una cena diferente. «Toda la noche es una gala, con sus presentadores, que van presentando las actividades, la orquesta... Es como una gala de Nochevieja de las que se pueden ver en la tele», asevera.

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En el Hotel Los Blasones 210 personas despedirán el año. También están completos, como indica Francisco Salas. «Organizamos es una cena de gala, les recibimos con una copita de cava, luego les ofrecemos un menú, creamos un ambiente para que se sientan a gusto y se sientan como en casa y se quiten el problema de tener que estar cocinando. Una vez terminada la cena lo más importante es llegar a las uvas, ponemos los televisores para poder ver las campanadas y después hay media hora de sobremesa para después subir a la discoteca, que tenemos hasta las 3:00», explica.

El cotillón se lleva haciendo unos 10 años, pero este ha sido uno de los que más pronto se ha llenado. «Hay familias que quedan muy contentas y que dejan reservado de un año para otro, que es algo peculiar, nos dejan reservadas mesas de 15-20 o 30 personas de un año para otro para asegurarse tener plaza», afirma.

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Y en cuanto al perfil es similar al del resto de establecimientos: «Hay gente de Burgos y de fuera. Hay familias que deciden hacer la Nochevieja fuera de su ciudad y juntarse toda la familia en el hotel para cenar con nosotros, tenemos gente de Burgos que no se quiere complicar y cena en el hotel con toda la fiesta posterior para luego llegar a su casa sin preocupaciones y tenemos grupos de gente de fuera y gente de Burgos que se juntan en el hotel ya que les ofrecemos un espacio muy amplio para que puedan estar muy a gusto».

Bonocopas

Otra opción, eso sí, para un público mucho más joven, es el de los bonocopas, que después de la pandemia se disolvieron. Ahora, los hosteleros de ocio nocturno de la zona centro vuelven a apostar por ello. Así lo confirma Marián, su presidenta. «Hay muchos bares cerrados que hará sus fiestas privadas, en la calle San Juan lo recuperamos este año», explica.

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«Lo pusimos en marcha hace más de 15 años y siempre ha funcionado muy bien, nunca hemos tenido ningún problema», recuerda Marián. Lo que sí quiere recordar es que para evitar que haya sustos en la Nochevieja es que los bonocopas «los compren en el local y se informen en el propio local».

Pero no es la única recomendación para esta noche. Marián pide que se «preocupen por los aforos» y que «se beba con moderación». «Si compras un bono de seis copas no quiere decir que te las tengas que beber las seis, miramos mucho por eso, consiste en pasárselo bien, comprender la situación, que es una noche especial, que un simple empujón no tiene que provocar una pelea y que con mi experiencia se puede mover casi 3.000 personas y no tener un solo incidente en casi 15 años. Eso es porque la gente va buscando pasárselo bien», recomienda.

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Para ofrecer otras alternativas al alcohol, los bonocopas también incluirán comida y chocolate con churros, una opción para no beber solamente alcohol durante toda la noche. «Hay que celebrar el año nuevo, pero hay opciones de hacerlo y pasárselo bien», finaliza Marián.

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