Los dos jóvenes de Burgos que iluminan hogares de toda España

Hay objetos que iluminan más que una habitación: iluminan estados de ánimo, evocan paisajes y nos reconectan con la calma. Con este punto de partida nació una empresa que desde Burgos quiere llevar, no solo la luz, sino el bienestar y la calma a toda España. Detrás de este concepto fresco y lleno de alma están Pablo y David, dos jóvenes burgaleses que, tras varios viajes al norte de África, decidieron canalizar su amor por la artesanía marroquí y el diseño contemporáneo en un proyecto con identidad propia. El resultado fue la marca Brisa. «La idea no surgió de un día para otro. Fue más bien un descubrimiento en nuestros viajes a Marruecos. Nos enamoramos de la rafia y de las lámparas que hacían con ella», recuerda David.

Tras volver de Marrakech, David no podía quitarse de la cabeza las lámparas de rafia que había visto en los zocos. No tardó en compartir su entusiasmo con Pablo. «Ahí empezó todo, con la idea de fusionar aquella tradición con nuestro propio diseño», recuerda el joven.

Los creadores de Brisa prometen que sus lámparas consiguen atmósferas confortables. «Queríamos que al llegar a casa sintieras eso que sientes cuando estás bien contigo mismo», explican.

«La misma sensación de bienestar que uno busca haciendo deporte o yendo a la montaña, queríamos trasladarla al hogar a través de una luz cálida, natural, envolvente».

La rafia, material base de sus creaciones, se tiñe con pigmentos naturales y se monta sobre estructuras metálicas sencillas, favoreciendo diseños ligeros y armónicos. Cada lámpara es única y eso es lo que buscaban, «aunque sean del mismo modelo, nunca hay dos iguales. Están hechas a mano por artesanos, y eso se nota», dice Pablo. Esa imperfección sutil, que es belleza, es parte del alma de Brisa.

Brisa bebe de los paisajes cálidos del sur, pero también guarda un guiño emocional a su tierra, Burgos. «Las colecciones tienen nombres de vientos. Sabemos que el Cierzo, el viento del norte burgalés, el de nuestra tierra, aún no tiene colección propia... pero llegará. Está en mente», anticipan los jóvenes emprendedores. La marca también evoca esos veranos en Burgos, «cuando el calor aprieta y llega esa brisa de tarde que te da un respiro, eso queremos transmitir».

El equilibrio entre lo contemporáneo y lo mediterráneo es uno de los sellos de Brisa. «Usamos materiales naturales y formas simples, pensadas para que los artesanos puedan trabajar con libertad. Lo contemporáneo viene de nuestras líneas de diseño, rectas, limpias. Lo mediterráneo está en la rafia».

A parte del diseño, Brisa es también una declaración de intenciones frente a la industrialización. «Hoy se valora lo único, por eso no queríamos producir en masa, cada lámpara es el resultado del trabajo de dos manos concretas«. Por ello, »no vendemos solo objetos, vendemos historias, vendemos bienestar».

El proceso de elaboración es tan artesanal como libre, «los tiempos los marca el artesano, sin prisas, eso también nos parecía importante tener un ritmo más humano, más natural».

Actualmente trabajan desde Madrid, pero con proyección nacional. «Nos gustaría, claro, dar a conocer Brisa también en Burgos, nuestra ciudad. Pero también en otros rincones donde la gente valore este tipo de decoración cálida y personal.

Con la mirada puesta en el futuro, Pablo y David no descartan llevar Brisa más allá del hogar. Su objetivo es ampliar horizontes y diseñar piezas también para hoteles y espacios retail, siempre desde su sello personal. «Ahora estamos centrados en el hogar, pero pronto esperamos ampliar hacia hoteles y espacios retail», explican. Eso sí, prometen mantener intacto el alma de la marca: «artesanía, calma y diseño». Tres palabras que seguirán iluminando cada rincón donde llegue Brisa.

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