Los más jóvenes inician la Semana Santa de Burgos

La Semana Santa es tiempo de mirar hacia arriba, hacia el cielo. Algunos lo hacen por fe, por devoción, otros suman a este motivo la predicción meteorológica. Tras unos días de cielos despejados, las nubes han dado los buenos días a Burgos en este Sábado de Pasión, jornada así llamada dentro de la Semana Santa católica.

Este sábado comenzaba con una procesión que ya es tradición en la capital burgalesa. Una procesión que, además, es una de las más curiosas: la procesión infantil del Amor y la Esperanza. El tiempo ha respetado y los más pequeños y jóvenes han procesionado con la imagen de la Virgen del Socorro portada a hombros de niñas y niños.

Parte la comitiva de la iglesia de San Gil, pasa por el arco y la calle del mismo nombre y sigue por la calle Avellanos, la plaza Alonso Martínez, la calle San Lorenzo, el arco del Pilar y, de ahí, de nuevo por la calle San Gil, el arco San Gil y la calle San Francisco para regresar a la iglesia.

La procesión está organizada por la parroquia de San Gil y la Real Hermandad de la Sangre del Cristo de Burgos y Nuestra Señora de los Dolores.

Los más jóvenes, que han visto durante años cómo lo hacen sus mayores, se toman con el mismo rigor y seriedad este acto. Al ritmo del tambor procesionan con la imagen con formalidad. Permanecen concentrados pese a las llamadas de sus familiares que, móvil o cámara en mano, llaman a los niños para que sonrían para la foto.

Han participado en el acto religiosos representaciones eclesiásticas y civiles, miembros infantiles de las cofradías y hermandades penitenciales de la ciudad, grupos parroquiales, distintas asociaciones y grupos infantiles y la banda infantil de la Sangre del Cristo de Burgos.

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