El Mercado de Navidad de Burgos reunirá a 26 expositores en la Plaza de la Catedral, con control de aforo

Control de aforo, interario de visita, distancia de seguidad, gel hidroalcóholico y, por supuesto, mascarillas. El Mercado de Navidad de Burgos se celebrará bajo las normas de la nueva normalidad a partir del 4 de diciembre. Un total de 26 expositores participarán en la edición de 2020, que no contará con comerciantes extranjeros, pero sí otros llegados de Asturias, Galicia, Cantabria, Cataluña, Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y de León, además de 12 burgaleses.

«Se va a celebrar con todas las medidas de seguridad del nivel 4», explica la concejal de Comercio, Rosa Niño. El mercado ocupa algo más de espacio para garantizar la separación entre las casetas y, así, facilitar que se pueda cumplir la distancia de seguridad entre los visitantes. Asistentes que accederán al mercado por la calle de La Paloma y, siguiendo un recorrido preestablecido, saldrán por el pasaje lateral que comunica con el Paseo del Espolón. De este modo, los que entran no se cruzan con los que salen.

Asimismo, y como ocurre también con los mercadillos semanales, se contará con la asistencia de la seguridad privada contratada por el Ayuntamiento, Policía Local y Protección Civil para controlar los aforos. Están limitados a un tercio del aforo ordinario, explica Niño, y si en algún momento la evolución epidemiológica permitiera relajar las resctricciones impuestas, se aumentaría el foro. Esta es la única alternación que puede sufrir el Mercado de Navidad, cuyas casetas se han empezado ya a montar.

Abrirá sus puertas el viernes 4 de diciembre, cuando también se procederá al primer encendido de las luces de Navidad. Y se podrá visitar hasta el 5 de enero. Mientras, el Ayuntamiento de Burgos sigue esperando las instrucciones de Sanidad para cerrar la programación navideña, sobre todo en lo relativo a la visita de los Reyes Magos. No habrá cabalgata pero se están diseñando encuentros de formato más reducido para que los niños puedan ver a Sus Majestades. También se mantienen las recepciones de los emisarios reales, a los que se entregará las cartas.