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Falla del Cid Campeador por el motivo del VII Centenario de la Catedral de Burgos Ricardo Ordóñez/ICAL

Ocho huellas del Cid para visitar durante el Burgos Cidiano

La ciudad alberga numerosas referencias a la historia del Campeador para visitar y sumergirse aún más en la época del legendario caballero burgalés este fin de semana de la mano del festival histórico-medieval

Jueves, 5 de octubre 2023

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El Cid Campeador es uno de los iconos más importantes de Burgos. El héroe castellano nació en una pequeña localidad de la provincia e inició su mítica andadura entre sus sacras piedras y caminos. El Burgos Cidiano, el festival histórico-medieval más importante en torno a su figura, hace viajar en el tiempo a la ciudad y se transforma en unos días para recordar la época de Rodrigo Díaz de Vivar.

Con un programa lleno de actividades y recreaciones, el evento es una de las huellas más evidentes que el Cid dejó en la capital y en sus ciudadanos. Alrededor del Paseo del Espolón y las orillas del Arlanzón, la ciudad esconde varios puntos con referencias a la historia del ídolo castellano que son de obligada visita durante este fin de semana para burgaleses, turistas, viajeros, peregrinos o simplemente curiosos. Puedes ver aquí el mapa con los escenarios en los que se desarrolla Burgos Cidiano.

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El Solar del Cid

A un poco más de diez minutos de distancia del Paseo del Espolón, subiendo hacia el Castillo, tres blasones rigen un espacio ahora vacío que otrora podría haber acogido la morada del Cid Campeador. Aunque no existe fundamento histórico que confirme esta sospecha, en 1784, el artista José Cortés edificó estos monolitos con los escudos de Burgos y San Pedro de Cardeña. En el tercero de ellos, situado en el medio de los otros dos, una leyenda conmemorativa con el blasón del Cid cuenta el motivo de esta conmemoración que ahora es un monumento poco conocido de la ciudad y cuya visita es completamente gratuita.

Iglesia de Santa Águeda o Santa Gadea

En otro lugar que pasa desapercibido a la sombra de la imponente Catedral de Burgos tuvo lugar uno de los episodios más legendarios de la historia cidiana: la jura de Santa Gadea. En la actual iglesia de Santa Águeda -o Santa Gadea- ocurre uno de los momentos más recordados del relato, pese a no aparecer en el propio Cantar del Mío Cid, en el que se cuenta que Rodrigo Díaz de Vivar obligó al rey Alfonso VI a jurar ante los nobles castellano que no había tomado parte en la muerte de su hermano Sancho II, rey de Castilla y valedor y amigo del Cid. Foto: BC

Resulta imposible hablar de Burgos sin detenerse en su icono más emblemático: la Catedral de Santa María. El templo por excelencia en la ciudad, uno de los más grandiosos y bellos del país, acoge -tras muchos expolios, vaivenes y leyendas- los restos del Cid Campeador y de su esposa Doña Jimena, que descansan en la nave central de la Seo, punto clave y de obligada visita en Burgos. Foto: ARH

Arco de Santa María

La puerta más importante a Burgos, el Arco de Santa María, cuenta en sus muros con algunos de los hombres más poderosos de la historia. Entre ellos, mostrando a los visitantes su afamada Tizona, el Cid Campeador luce orgulloso en esta entrada que transporta a la época medieval a quien la transita. En su interior, además de una réplica de su archiconocida arma de combate, se puede encontrar el que dicen es el radio del brazo izquierdo de Rodrigo Díaz de Vivar. Foto: ARH

La Glera del Arlanzón

En el punto intermedio entre el Puente de San Pablo y el de Santa María, en uno de los paseos del margen del Arlanzón se encuentra un monolito de piedra que pasa desapercibido para el ciudadano. Para el curioso que se toma un instante en apreciarlo, se descubre ante él otro de los enclaves icónicos de Burgos. En el punto que referencia este monumento se localiza la que, según el relato épico, fue la primera acampada del Cid Campeador tras ser desterrado por el rey Alfonso VI. Foto: ARH

Museo de Burgos

La noble Casa de Miranda, en la calle homónima de la capital burgalesa, esconde numerosos tesoros culturales y artísticos de la provincia. Pero entre todos ellos, uno de los más llamativos es la que se considera como la espada que empuñó hace casi mil años el Cid Campeador. Desde una vitrina custodiada, la Tizona deslumbra ahora en el Museo de Burgos para todos aquellos que se quieran acercar a admirar tan legendaria arma. Foto: Museo de Burgos

Puente de San Pablo

Uno de los puentes más representativos y a su vez utilizados de Burgos es, sin duda, el Puente de San Pablo. Esta estructura guarda una estrecha relación con la figura del Cid Campeador ya que, en ambos costados, el visitante puede observar esculturas pétreas de varios personajes relevantes en su historia. Las figuras, que tienen tres metros de alto y están labradas en piedra de Hontoria, representan a Doña Jimena; a Diego Rodríguez (hijo); a San Sisebuto, abad del monasterio de San Pedro de Cardeña; a Jerónimo de Peribot, obispo de Valencia; Martín Antolínez y Álvar Fáñez, hombres de confianza del caballero castellano; y Bengalbón, alcalde de Molina de Aragón y amigo del héroe burgalés. Foto: ARH

Plaza del Mío Cid

Siguiendo el Puente de San Pablo -dejando al lado el Museo de la Evolución Humana, otro imprescindible en la visita a Burgos- el Cid Campeador blande la Tizona al galope de Babieca en una pose eterna que hace ya casi cincuenta años es el emblema de uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. En el pedestal sobre el que se sostiene la estatua ecuestre, dos inscripciones recuerdan la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. Foto: ARH

Bonus: Vivar del Cid

Para aquel que disponga de tiempo y transporte, diez minutos le separan desde la capital burgalesa a la tierra del que en buena hora nació. Vivar del Cid está repleta de referencias a su vecino más ilustre y es un atractivo añadido al Burgos Cidiano y una parada obligada para el apasionado de la historia y la figura del icónico caballero burgalés. Foto: Turismo Burgos

Bonus: Monasterio de San Pedro de Cardeña

Según el Cantar, el Cid dejó en este monástico emplazamiento a Doña Jimena y a sus hijas, doña Elvira y doña Sol (cuyos nombres reales fueron María y Cristina) antes de salir para el destierro. Con multitud de leyendas cidianas entre sus muros, se dice que fue el lugar donde reposaron durante siglos los restos del Cid y de su esposa. Foto: Cordon y Camino del Cid

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