En PepsiCo Burgos «no sobra nadie» y se negociará el ERE para evitar «salidas traumáticas»
UGT admite que el plan de transformación de la compañía ha dejado «impactada» a la plantilla burgalesa, pero recuerda que las negociaciones no se han iniciado y hay voluntad de acuerdo por parte de la firma alimentaria
La noticia del ERE presentado por PepsiCo en España, que afectaría a unos 550 empleados, ha dejado «impactada» a la planta de Burgos. El plan de la compañía, que busca transformarse para ser más rentable, supondría al despido de 40 trabajadores burgaleses. Sin embargo, los sindicatos piden «paciencia» e insisten en que la negociación todavía no se ha iniciado y la empresa apuesta por llegar a un acuerdo, «cueste lo que cueste».
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«No es un problema de ventas», explica Roberto Gómez, delegado UGT en PepsiCo Burgos, pues la compañía ha cerrado un verano de muchísimas ventas. «El mejor de todos los tiempos», según el personal de ventas. Sin embargo, lo que falla es la rentabilidad, a consecuencia de factores externos como son la subida del coste de las materias primas, la inflacción y la Guerra de Ucrania.
Así, la firma busca ser más rentable y, para ello, reducirá el porfolio un 30% (el catálogo de productos), revisará la distribución, centralizará funciones, eliminará capas, acelerará centros compartidos y avanzará en digitalización e implantación de nuevas tecnologías. Todo ello le lleva, según sus primeras explicaciones, a un ERE por «causas organizativas y productivas», que rechazan los sindicatos.
Los 40 despidos que se plantean para Burgos no son asumibles, afirma Gómez, pues en la planta de la capital «hay trabajo más que suficiente para 40 y más trabajadores». El pasado junio entraron 24 empleados fijos. También se han incorporado otros 24 fijos-discontinuos, que acabarán siendo fijos. La plantilla está compuesta de unos 550 trabajadores y, además, tienen que pedir refuerzos.
De ahí que el delegado de UGT afirma que «no detectan que sobre mano de obra ni directa ni indirecta» en PepsiCo Burgos, entendiendo tanto la planta de producción como el centro de distribución, en el que se invirtieron 17,5 millones de euros hace un par de años y que es «el más moderno» de la compañía. Por ese motivo, «estamos muy asustados e impactados», reconoce.
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Eso sí, Roberto Gómez afirma que «el mensaje más importante» es que la negociación con la empresa todavía no se ha iniciado y, además, PepsiCo ha insistido mucho en que «quiere llegar a un acuerdo, cueste lo que cueste». Existe esa disposición y es muy bien recibida por los sindicatos, pues asegura que se vayan a agotar todas las vías de negociación.
«Va a ser un proceso largo y duro», avanza. La empresa querría tenerlo cerrado antes de Navidad, pero no hay plazos. Y desde los sindicatos van a intentar que no haya «salidas traumáticas», es decir, despidos. Si no hay más opción que reducir la plantilla, se negociarán recolocaciones dentro de la misma planta o salidas voluntarias de los trabajadores de más edad, «siempre voluntarias».
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De todos modos, el delegado de UGT insiste en que todavía tienen que ver en qué se concreta el plan presentado por PepsiCo dado que no tienen más datos que los que les ofreció este viernes la compañía. La mesa del diálogo ha quedado constituida y habrá reuniones los próximos 16 y 17 y 23 y 24 de noviembre, en las que confían en saber cómo pretende reorganizarse la compañía.
Principios de mes
La dirección de PepsiCo en España, a través de su director general, hizo la primera comunicación el pasado 20 de octubre. En ella se hablaba de las dificultades a las que se enfrenta la compañía, con 3.000 trabajadores en el país, y la necesidad de diseñar un plan de transformación. También se planteó que había que constituir una mesa de diálogo.
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La primera reunión tuvo lugar el 2 de noviembre y, aunque ya se habló de un posible de ERE que afectaría a entre 530 y 550 personas, no se dieron datos concretos. El «bombazo» ha llegado este viernes, con las cifras ya segregadas, y siendo los departamentos de ventas los más afectados, con hasta 260 despidos (un 22% de la plantilla), seguidos de oficinas (más del 30%).
En cuanto a las plantas productivas, el plan de la firma arranca de despidos a entre 65 y 70 empleados. De ellos, 40 corresponderían a Burgos, mientras que serían 15 los de Echávarri (Vitoria) y 10 los de Murcia. Ahora toca abrir las negociaciones, entender qué plantea la firma e intentar, por todos los medios, evitar despidos, insisten en UGT.
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