Una rata se da un festín en el centro de Burgos

Una de las actividades más realizadas por los burgaleses durante los domingos por la tarde es pasear. Sin embargo, seguro que muchos ciudadanos no se esperaban ver una rata en el centro de Burgos el domingo 23 de febrero.

Minutos antes de las 20.30 horas, los paseantes que circulaban por la calle San Juan de Burgos se llevaban una sorpresa. Una rata estaba dándose un festín a la puerta de un comercio de estética.

El roedor, de considerable tamaño y con una larga cola, estaba comiendo restos de comida en medio de la acera. La rata engullía a la par que se mantenía impasible a pesar de los numerosos testigos que la miraban atentamente. Asimismo, el animal tampoco se asustó cuando varias personas pasaron a su lado, en la calle del centro de Burgos.

«¡Qué asco!» o «¿Qué hace este animal aquí?» eran algunos de los comentarios que se podían escuchar acerca de la presencia de la rata en el centro de Burgos. Los viandantes estaban anonadados debido a que dicho animal estuviera en medio de la calle San Juan, comiendo y sin asustarse de las personas.

Minutos más tarde, y habiendo terminado previamente su festín, la rata abandonaba el lugar rápidamente. En la calle San Juan de Burgos quedaban los restos de comida que había engullido ante la atenta mirada de decenas de personas que observaban en silencio al roedor.

La proliferación de ratas, al igual que la de palomas, puede llegar a considerarse una plaga. Por ello, desde el Ayuntamiento de Burgos trabajan tres personas en el control de estas especies. Sin embargo, la vigilancia y los avisos vecinales son dos factores imprescindibles para poder controlar la cantidad de estos animales.

Respecto a la aparición de una rata en la calle San Juan, en pleno centro de Burgos, el concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, señala que «ratas puntuales claro que hay, eso es inevitable, las ha habido siempre». Sin embargo, emplaza a los habitantes de la ciudad a que, si ven alguna, avisen al Ayuntamiento mediante un correo electrónico o el teléfono 010 (947 200 010).

Cuando el Consistorio recibe estos avisos, actúa y la brigada de plagas analiza la zona y pone trampas o veneno. Sin embargo, como en el caso de los grafitis, es necesario siempre que el ciudadano avise primero para que el Ayuntamiento pueda actuar en cualquier espacio público.

Respecto a los lugares privados, Niño aclara que, en caso de que detecten plaga de ratas en un lugar así, la primera opción es instar al propietario a que lo limpien. Si no, otra solución sería actuar de oficio con la consiguiente sanción. Pero el concejal insiste en que los avisos ciudadanos pueden ayudar a combatir las plagas de ratas en Burgos.

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