El Promesas amenaza con cerrar Castañares al Burgos CF si no cumple con los impagos
La entidad de Castañares asegura que el Burgos CF no ha pagado muchos de los aspectos vinculados al convenio, incluidas las dos últimas mensualidades de la plantilla del filial de Tercera División
Se le acumulan los problemas institucionales al Burgos CF. A la situación derivada de la denuncia interpuesta por José María Salmerón que a día de hoy sigue impidiendo a Calero sentarse en el banquillo, se le une hora un segundo frente, vinculado también con el aspecto económico, que puede echar al traste uno de los acuerdos más importantes de los alcanzados por el club en los últimos años. Y es que, el club blanquinegro adeuda ahora mismo una importante cantidad de dinero al CD Burgos Promesas, según confirman desde la entidad de Castañares.
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A este respecto, fuentes del club reconocen que los problemas vienen de hace tiempo. Básicamente, subrayan, El Burgos CF «no ha cumplido con casi nada» de lo firmado en su día en el acuerdo de filialidad en los últimos meses. Así, de acuerdo a lo que plantean desde el Burgos Promesas, el club blanquinegro acumula impagos en concepto de uso de las instalaciones de la ciudad deportiva de Castañares, así como las nóminas del filial de Tercera División correspondientes a los meses de noviembre y diciembre.
También se adeuda dinero de desplazamientos y arbitrajes, según explican desde el Burgos Promesas, que matizan que todos esos aspectos estaban contemplados en el convenio suscrito meses atrás.
A la vista de que los incumplimientos se acumulan, desde el club de Castañares se remitió hace unos días un burofax al Burgos CF exigiendo el pago de todas las cantidades adeudadas. Y se puso sobre la mesa una fecha límite para cumplir con dicha exigencia: quince días desde la recepción del burofax. En caso de que no se cumpla, el Burgos Promesas se guarda la opción de cerrar la ciudad deportiva de Castañares para la actividad del Burgos CF.
«Es una situación muy desagradable» para el club y «para el fútbol de Burgos», ya que desde el Burgos Promesas se sigue creyendo que el convenio es «lo mejor para la ciudad». De hecho, el objetivo final en todo caso es mantener el acuerdo de filialidad, aunque el resto de aspectos del convenio tengan que dejarse a un lado. Y es que, cuando hay un convenio entre dos partes y una de ellas no cumple, no hay otra opción, subrayan.
En todo caso, este no es el único problema al que se enfrenta el Burgos CF. Y es que, sobre la mesa también hay no uno, sino dos requerimientos por parte de la Federación Española de Fútbol instando al club a resolver ya el conflicto generado en el banquillo, según confirman fuentes federativas.
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A saber, Salmerón sigue exigiendo en los tribunales el pago íntegro de los emolumentos contemplados en su segundo año de contrato, razón por la que el club no ha podido tramitar aún la ficha de Calero. Y sin ficha de entrenador, no se puede jugar. La solución pasa por la entrega de un aval que permita cubrir el coste de una eventual resolución favorable a los intereses de Salmerón, pero según explican desde la Federación, ese aval todavía no se ha constituido y el problema se sigue prolongando. En caso de no solucionarse, la normativa federativa contempla sanciones que pueden incluso derivar en el descenso administrativo.
Y todo ello sumado a la posible salida en el mercado de invierno de Juanma, uno de los mejores activos del primer equipo, que varios medios sitúan en la órbita del Badajoz.
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