La bonificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones supuso un ahorro fiscal de más de 22 millones en Burgos

El viceportavoz del Grupo Popular en las Cortes, Ángel Ibáñez, hizo hoy un balance «positivo» del impuesto de Sucesiones y Donaciones en Castilla y León, que supuso un ahorro fiscal de 22,15 millones de euros para los burgaleses. Así lo afirmó en la capital burgalesa, donde valoró el primer año de esta iniciativa de la Junta de Castilla y León.

«Se trata de una cifra importante que ha permitido alcanzar a casi 3.100 contribuyentes de nuestra provincia y que ha permitido que se generaran donaciones por importe de más de 150 millones de euros», afirmó Ibáñez. Por ello, consideran que el balance del primer año de esta medida ha sido «muy positivo» y que acredita el «compromiso» de la Administración regional «con una fiscalidad favorable».

Asimismo explicó que más del 70 por ciento de las autoliquidaciones que se han presentado «corresponden a donaciones con unos importes inferiores a 50.000 euros, y más de nueve de cada diez se corresponden con donaciones de menos de 100.000 euros». En esta línea indicó que han sido las familias de rentas medias y bajas las que más se han beneficiando de esta medida. «En 2021 el total de beneficios fiscales en sucesiones ha supuesto un ahorro de más de 78 millones de euros», dijo.

Por último, puso de manifiesto que Castilla y León es la comunidad que «más ha avanzado» en esta materia este años, «ascendiendo hasta siete puestos en el ranking de competitividad fiscal», ostentando ahora la cuarta posición por detrás de Madrid, País Vasco y Canarias.

«Las comunidades con mejores índices son las que más probabilidades tienen a la hora de atraer inversiones y actividad empresarial, generando más actividad económica y empleo», recordó. Por ello, concluyó su intervención asegurando que la intención de la Junta será «continuar bajando impuestos» esta legislatura, con medidas que favorecen la recuperación de las familias, ante las sucesivas crisis.

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