Klimt destrona a Warhol y Picasso con un triple récord

Un golpe de martillo convertía a Gustav Klimt en Gustav 'King'. 'Retrato de Elisabeth Lederer', una rara y seductora obra de pintor austríaco, se convertía ayer en la pintura moderna más cara de la historia. Rematada en 236,4 millones de dólares (unos 205 millones de euros), marcó un nuevo triple récord: para la pieza, para su autor y para el subastador, destronando a Warhol y a Picasso.

Andy Warhol ceñía hasta entonces la corona de monarca de las subastas gracias a 'Shot Sage Blue Marilyn', el retrato azul de la mítica actriz rematado en 195 millones en 2022. Le seguía el genio malagueño con 'Les Femmes d'Alger (Versión O)', adjudicada por 179,4 millones en 2015.

El retrato de 'Klimt-King' sería, además, la segunda obra más cara en el mercado en general, por detrás del controvertido 'Salvator Mundi' de Leonardo Da Vinci, por el que se habrían pagado 450 millones en una venta privada. Una empresa estadounidense podría haber comprado la obra de Klimt, pero Sotheby's no facilitó detalles. Habrá que esperar para obtenerlos.

Klimt pintó el retrato modernista de Elisabeth Lederer entre 1914 y 1916. Es uno de los dos retratos de cuerpo entero del pintor austríaco que siguen en manos privadas. La deslumbrante obra estaba en la formidable colección de Leonard Lauder, rey de los cosméticos como heredero de un imperio y fallecido en junio pasado.

Klimt retrató a la joven hija de sus mecenas con un suntuoso mantón chino. Hija del industrial August Lederer y su esposa Serena, llamaba «tío» a Klimt. Cuando los nazis invadieron Austria, afirmó que el pintor era su padre biológico tratando de demostrar que no tenía sangre judía.

Confiscado por los nazis, el cuadro fue recuperado por la familia Lederer y adquirido por el hijo de la empresaria Estée Lauder en los años 80 del siglo pasado. Durante cuatro décadas estuvo en el lujoso apartamento de Lauder en la Quinta Avenida de Nueva York, muy cerca de donde halló a su nuevo dueño, la flamante sede Sotheby's en el antiguo edificio del museo Whitney, la imponente mole brutalista de Marcel Breuer.

Se esperaba que precio de la tela de Klimt alcanzara los 150 millones de dólares. Pero su rareza despertó los instintos depredadores de los grandes coleccionistas. Seis de ellos se disputaron la pieza disparando su precio en una reñida puja que se alargó veinte minutos. En nada sobrepasó los 200 millones ante el entusiasmo de las concurrencia que prorrumpió en aplausos. La salva fue atronadora cuando escaló hasta el nuevo triple récord.

Hasta ahora el cuadro más caro de Klimt era el legendario 'Dama con abanico'. Fue el último retrato que pintó antes de su inesperada muerte en 1918 y se vendió en 2023 por casi cien millones de euros en Sotheby's de Londres.

El definitivo e histórico golpe de martillo sonó en la segunda jornada de la temporada subastas de la multinacional de las subasta, con«Ladera del bosque en Unterach en el Attersee» toda la atención puesta en 'America', el retrete de oro macizo del italiano Maurizio Cattelan. Se adjudicó en unos 'modestos' 12,1 millones de dólares (11 millones de euros). Una cifra decepcionante, solo dos millones por encima del su precio al peso en el mercado del oro y alcanzado en una única puja.

La segunda y la tercera obra más cara de la velada fueron dos paisajes de Klimt que nunca habían salido a subasta: 'Campo de flores' ('Blumenwiese', 1916), rematada por 86 millones, y 'Ladera del bosque en Unterach en el Attersee' ('Waldabhang bei Unterach am Attersee', 1917) vendida por 68 millones.

En la misma jornada Sotheby's adjudicó 24 piezas de otros grandes artistas de la colección de Lauder, como Edvard Munch, Henri Matisse o Vincent van Gogh. La firma recaudó 527 millones de dólares, de los que 392 se deben a las obras de Klimt, los tres cuadros y dos dibujos. También se marcó un jalón en la historia de Sotheby's, superando los más de 157 millones obtenidos por el 'Desnudo acostado' de Amedeo Modigliani en 2018.

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