Un afortunado gol de Varela cerca del final reactiva la fe del Mirandés
Los jabatos logran un triunfo vital en Mendizorroza frente a la Real Sociedad B, aferrándose a la lucha por la permanencia
Mario Lera. ADG
Vitoria (Álava)
Lunes, 1 de diciembre 2025, 10:41
El Mirandés conquistó en Mendizorroza, ante un rival directo, un triunfo tan sufrido como imprescindible para seguir aferrado a la categoría de plata. El cuadro jabato, que llegaba a la cita hundido en la tabla, logró imponerse al Sanse, que aún no ha puntuado a domicilio, en un duelo áspero, que solamente se desbloqueó en el tramo final, tras la expulsión de Kita, que dejó en inferioridad numérica al filial blanquiazul desde el minuto 65. El afortunado gol de Varela, en un chut desviado por Balda, permite al conjunto rojillo celebrar la primera victoria desde la llegada de Jesús Galván y quedar a tres puntos de la permanencia.
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CD Mirandés
Nikic; Tamarit, Juan Gutiérrez, Córdoba, Medrano; Álex Cardero (Varela, min. 64), Bauzá, Thiago, Pablo Pérez (Salim, min. 72); Alberto Marí (Barea, min. 91) y Carlos Fernández (Petit, min. 64)
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Real Sociedad de Fútbol «B»
Aitor Fraga; Dadie, Peru Rodríguez, Kita, Balda (Gorosabel, min. 88); Carbonell; Dani Díaz (Calderón, min. 67), Astiazarán, Eceizabarrena (Agote, min. 84), Álex Marchal (Darío Ramírez, min. 84); y Mariezkurrena (Osazuwa, min. 84)
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Árbitro: Morilla Turrión (Comité navarro). Expulsó con tarjeta roja directa al jugador visitante Kita (min. 65). También mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Bauzá, Córdoba y Medrano, y a los visitantes Mariezkurrena y Astiazarán.
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Gol: 1-0 Varela (min. 86).
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Campo: Mendizorroza. 1.866 espectadores.
El encuentro comenzó con un Mirandés reconocible: valiente, profundo y decidido a hacer daño por los costados. Tanto Tamarit como Pablo Pérez estiraron al equipo, generando las primeras insinuaciones de la escuadra rojilla mediante centros laterales que buscaban a Alberto Marí. Sin embargo, con el paso de los minutos, el conjunto de Galván perdió claridad y metros, permitiendo que el Sanse se adueñara del balón y aparecieran los primeros avisos del equipo donostiarra. Balda probó a Nikic con un disparo manso y poco después Eceizabarrena rozó el larguero en un golpeo que silenció por un instante Mendizorroza.
El conjunto rojillo, obligado a jugar demasiado cerca de su área, optó por un fútbol más directo. Dispuso de la mejor ocasión del primer acto en un centro raso de Pablo Pérez que Alberto Marí no alcanzó por centímetros. Y justo antes del descanso, una contra bien hilvanada por Thiago y Carlos Fernández, dejó a Álex Cardero ante Aitor Fraga, pero su disparo tímido acabó en las manos del guardameta visitante, provocando pitos en la grada al filo del intermedio. La afición de la escuadra jabata no acababa de ver clara la situación.
Tras el descanso, el Mirandés salió con dignidad, pero sin colmillo, mientras el Sanse desperdiciaba la oportunidad más clara del partido en un remate de Mariezkurrena dentro del área pequeña. Fue entonces cuando Galván movió ficha y sus cambios cambiaron el rumbo del choque. En el minuto 65, Petit, que acababa de entrar al campo, ganó la espalda de Kita y el central le derribó al borde del área. El árbitro no lo dudó y mostró la tarjeta roja directa al jugador japonés, por lo que el Sanse tuvo que jugar con un hombre menos los 25 minutos restantes más el tiempo adicional.
Con superioridad numérica, el Mirandés volcó el campo hacia la meta rival, aunque sin encontrar el último pase ni un remate limpio. Hasta que, en el minuto 86, Varela enganchó un disparo desde la frontal del área que rebotó en Balda y descolocó a Aitor Fraga. El 1-0 desbordó la euforia en la parroquia mirandesa. Tras seis minutos de tiempo añadido y algo de sufrimiento, la escuadra jabata amarró un triunfo vital, que refuerza su fe en la pelea por la permanencia.
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Declaraciones Jesús Galván
Jesús Galván celebró su primera victoria al frente del Mirandés y destacó su valor en lo moral y en la clasificación. «Quitamos una dinámica de dos resultados negativos y nos ponemos a tres puntos de la salvación. A nivel anímico supone muchísimo, es una dosis de moral para lo que viene», afirmó el técnico sevillano, que aseguró que el equipo llevaba tres semanas «con una predisposición brutal» para revertir la situación.
El entrenador de la escuadra jabata reconoció que el duelo no fue brillante, pero sí que era imprescindible amarrar los tres puntos. «Hoy había que ganar sí o sí. La tensión del resultado te hace jugar con nervios y precipitación», admitió. Tras la expulsión de Kita, el Mirandés encontró paciencia y amplitud: «Con uno más hemos conseguido abrir el campo y cargar el área. Al final, un acierto de Iker Varela decide».
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Galván explicó el cambio de dibujo inicial, renunciando a la defensa de tres centrales. «Tenemos que tener alternativas. Es un equipo versátil, capaz de jugar con diferentes sistemas según el once y el rival», señaló, destacando la profundidad de jugadores como Salim o el propio Varela.
El técnico sevillano puso en valor el hecho de dejar la portería a cero. «Era fundamental. En esta categoría es muy importante y le damos mucho mérito», apuntó. También recalcó el peso de los jugadores que parten desde el banquillo: «Con cinco cambios, el partido puede resolverse desde ahí. Gonzalo -Petit- provoca la expulsión y Varela marca».
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Respecto a las molestias en la plantilla, indicó que Postigo y Hugo Novoa arrastran problemas físicos, mientras que Carlos Fernández jugó condicionado por un virus. Sobre la Copa ante el Sporting, fue claro: «La liga es lo importante, pero ganar lleva a ganar. Intentaremos competir y seguir en esta línea».
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