Edwards ajusticia al Mirandés en un minuto

Si algún aficionado del Mirandés llegó tarde a Lezama o se conectó con demora a la retransmisión televisiva se sorprendería al ver que a los ocho minutos, y tras dos fogonazos de Edwards en un abrir y cerrar de ojos, los pupilos de Alessio Lisci ya perdían 2-0 y tenían el encuentro cuesta arriba. Ya no volvió a moverse el marcador y el Mirandés no pudo dar continuidad a su triunfo de la pasada jornada ante el Andorra.

Todo pudo haber sido distinto si Miguel Baeza hubiera atinado a rematar entre los palos el centro perfecto de Rubén Sánchez desde el costado derecho al poco de comenzar. Todo empezó a complicarse para la escuadra jabata cuando Dorrio se apoyó en Morán y éste filtró un pase de tiralíneas para el desmarque de un Edwards que acomodó el esférico lejos del alcance de Ramón Juan. Sin tiempo de asimilar el tanto, al minuto siguiente, Edwards volvió a demostrar su olfato dentro del área para buscar el segundo palo y rematar allí a placer el centro desde la derecha de un Dorrio muy presente en ataque.

La reacción al doble varapalo fue la de un equipo maduro. El conjunto jabato olvidó el resultado y trató de realizar su fútbol vertical como si nada hubiese sucedido. Y el atrevimiento de Javi Martón fue la mejor muestra del carácter de un equipo bisoño, aunque sobrado de talento. Una jugada suya, desbordando por la derecha y tirando un caño, no encontró rematador. Antes había probado suerte Juan María con un chut excesivamente centrado y cómodo para el meta local.

El principal problema para el Mirandés era frenar las incursiones de Jorge Mier y Dorrio, que desbordaban con cierta comodidad por la banda derecha del ataque local. Parecía más próximo el 3-0 que el 2-1, que, no obstante, pudo hacer subir al marcador Álvaro Sanz en un lanzamiento de falta antes del intermedio.

Carlos Martín fue quien más cerca estuvo de poder abrir el encuentro en el segundo acto. Pablo Cuñat, muy seguro, se lo impidió. Reina e Ilyas pidieron paso desde el banquillo y pese a tener más posesión al Mirandés le costó encontrar las fisuras en el equipo de Haritz Mujika. Ni Carlos Martín ni Rubén Sánchez lograron el ansiado gol en sus remates ni Jonathan Gómez ni Durdov, los siguientes recambios introducidos por Lisci, pudieron ponerle picante a un encuentro en el que Quintero dispuso de una ocasión para hacer el 3-0. Nunca bajó los brazos la formación rojilla, aunque la suerte estaba echada desde el minuto 8 y se tuvo que volver de vacío a Anduva.

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