El Recoletas Burgos reacciona y se planta en semifinales

Sufrimiento, espectáculo y remontada para seguir vivo en la lucha por el título de Liga. El Recoletas Burgos Universidad de Burgos dio hoy una nueva lección de rugby al ganar al Complutense Cisneros en un partido muy disputado que el conjunto gualdinegro tuvo que remontar. Una magnífica puesta en escena permitió al conjunto madrileño marcharse al descanso dominando el choque, pero los burgaleses reaccionaron tras el paso por vestuarios y certificaron una trabajada victoria que les otorga el billete para las semifinales del play off por el título de liga.

El Recoletas afrontaba el choque con la espinita clavada de la final de la Copa del Rey. Aquella derrota ante el VRAC supuso días atrás un jarro de agua fría en una temporada hasta ese momento inmaculada, y los hombres de José García y José Basso querían resarcirse en la primera eliminatoria del play off.

Enfrente, sin embargo, estaba un Complutense Cisneros muy bien armado, que supo leer el guion del partido desde el primer momento, anulando buena parte de la capacidad creativa del cuadro gualdinegro en la zona central. Las imprecisiones de los primeros minutos condicionaron el juego, que entró nada más empezar en una dinámica muy física e intensa. Ambos equipos iban muy fuerte al choque y ganar cada metro se convirtió en una auténtica batalla.

El partido no terminaba de tener un dueño claro, pero fue el Cisneros el encargado de golpear primero, echando mano de la efectividad del pateo de Vinuesa, que en el minuto 12 abría el marcador con un gran golpe de castigo. El propio Vinuesa ampliaba diferencias mediado el primer tiempo con un drop en zona de 22 que sorprendía a propios y extraños (0-6).

A falta de cierta continuidad en su juego, el Recoletas respondió rápido y apenas unos minutos después, interceptaba un mal saque de touch del Cisneros en zona peligrosa y armaba una magnífica fase ofensiva que Casteglioni culminaba con un posado en el ala derecha para recortar diferencias (5-6).

No obstante, el Cisneros se negó a ceder la iniciativa y en los últimos compases del primer acto amplió su ventaja con otro golpe de castigo de Vinuesa y un ensayo de Mateo Sánchez, que sacó provecho de una increíble carrera de Ike Irusta. Vinuesa transformaba y ponía a su equipo 9 arriba justo antes de emprender el camino a vestuarios (5-14).

Las cosas no se estaban desarrollando como el Recoletas había planeado y los hombres de José García y José Basso parecieron conjurarse durante el descanso para revertir la situación. Y a fe que lo hicieron.

Así, los burgaleses regresaron al verde con las ideas más claras y un punto más de intensidad en su juego, lo que les permitió encerrar al Cisneros en su zona de 22 durante los primeros compases. Fruto de ese empuje, Facu López posaba el oval y Zabalegui transformaba para recortar diferencias nada más arrancar el segundo acto (12-16).

El Cisneros se encomendaba entonces a la efectividad en el pateo de Vinuesa para intentar romper la dinámica que parecía haber cogido el choque (12-19), pero para entonces, el Recoletas ya se había hecho con el control de las diferentes facetas del juego.

La defensa local se puso el mono de trabajo, anuló las capacidades ofensivas del Cisneros y el cuadro gualdinegro comenzó a encadenar fases ofensivas en busca de la remontada. En el 55, Agustín Gil culminaba un gran maul a la salida de una touch con un posado que posteriormente transformaba Carrió para empatar el choque (19-19)

A pesar de que el encuentro parecía haber cambiado ya de signo, el Cinseros se resistió una vez más, con un pateo desde su casa de Vinuesa, sin duda el mejor de los visitantes.

Sin embargo, el empuje local acabaría siendo determinante en los últimos minutos. Con las segundas unidades ya sobre el césped de San Amaro, el Recoletas desplegó su mejor versión, con Tani Bay dirigiendo las operaciones a la perfección y la delantera yendo sin miedo al choque.

En esas, Facu López firmaba una gran carrera por el ala izquierda tras una buena fase ofensiva y ponía al Recoletas por delante en el marcador por primera vez en todo el choque.

Fue entonces cuando Carrió asumió los galones que se le presuponen y acabó decidiendo el choque. Un increíble pateo escorado le permitió transformar el ensayo previo (26-22), ampliando tímidamente las ventajas a falta de los últimos diez minutos de juego, en los que el apertura argentino acabó siendo clave.

Y es que, su acierto en dos golpes de castigo en el 75 y el 79 permitieron al Recoletas sentenciar el encuentro y sacar el billete para la semifinal de la Liga.

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