Rueda y Dettwiler, fuera de peligro tras un aterrador accidente en Malasia

Una nube negra sobrevoló toda la jornada el circuito de Sepang. Justo antes de arrancar la primera carrera del Gran Premio de Malasia, a las 4:47 de la madrugada en horario peninsular español, se produjo un grave accidente durante la vuelta de reconocimiento de la prueba del Mundial de Moto3 que mantuvo parada la acción en pista durante casi dos horas. Entre los implicados, el recién proclamado campeón del mundo de la categoría pequeña, José Antonio Rueda, que se encontró con la moto del piloto suizo Noah Dettwiler prácticamente parada en la salida de la curva 3. El andaluz no pudo esquivarla e impactó a gran velocidad, lo que dejó a ambos pilotos tendidos sobre el asfalto.

Inmediatamente se entendió la gravedad de la situación y se mostró la bandera roja, cancelando el protocolo de salida mientras se atendía en la pista a los dos implicados. El equipo médico tuvo que reanimar a los dos pilotos en la pista por el equipo médico de intervención inmediata del Mundial. Se llegó a mostrar un rótulo en la pantalla de que ambos pilotos estaban conscientes, pero la falta de información oficial y la lentitud del proceso por el que se llevó a cabo la evacuación hacía pensar lo peor. Finalmente, ambos fueron trasladados en sendos helicópteros hasta un hospital cercano al trazado donde, horas después se dio a conocer el parte de lesiones.

La primera información oficial llegaba a través de un comunicado del equipo Red Bull KTM Ajo, al que pertenece el piloto español: «Tras el impacto a la salida de la curva 3 durante la vuelta de reconocimiento, José Antonio tiene una fractura en la mano. En este momento, está despierto y consciente en el hospital y la evaluación revela que no tiene lesiones graves en la cabeza o el torso, aunque sufre una conmoción cerebral grave por el impacto. Sigue en observación, esperando nuevas pruebas en su mano y brazo». El doctor Ángel Charte, director médico de MotoGP, informaba al diario AS de que permanecería entre 24 y 48 horas en observación, antes de que sea operado de la mano ya en España.

El parte médico de Dettwiler era peor, aunque no se teme por su vida. Así lo describía el doctor Charte en el diario deportivo: «Traumatismo craneoencefálico severo, traumatismo torácico, traumatismo abdominal severo. Fue intubado y reanimado en pista y evacuado en helicóptero. Rotura del bazo. Fractura abierta de tibia y peroné. No hay hematoma cerebral». En el caso del piloto suizo, sí que se le operó el mismo domingo, tal y como confirmaba un mensaje de su equipo, el CIP Green Power, que hablaba de que «tendrá que someterse a múltiples cirugías», al tiempo que pedía respeto por su privacidad y lo definían como «un gran luchador».

Durante más de dos horas no se supo nada del estado de salud de Rueda y Dettwiler mientras la acción en pista estuvo detenida hasta que no regresaron los helicópteros, porque es obligatorio que haya en el circuito los vehículos de evacuación rápida. El programa del Gran Premio se retomó con una hora y tres cuartos de retraso, con la carrera de Moto3 recortada en vueltas y la de Moto2 enviada al final de la jornada dominical, para que la de la clase reina no se viese alterada en su horario.

La decisión de que siguiese adelante, no el Gran Premio en su totalidad, pero sí al menos la carrera de Moto3 no fue bien acogida en el paddock en general y fueron muchos los que mostraron su descontento por hacer correr a los pilotos más jóvenes, después del aterrador accidente y sin tener todavía ningún tipo de información sobre el estado de salud de sus compañeros de parrilla.

Uno de los que asumió galones y alzó la voz fue Pecco Bagnaia, bicampeón de MotoGP que después de tener que retirarse por un problema mecánico, y antes de hablar de su propia carrera, quiso tener unas palabras para los implicados en el accidente de la mañana. «En primer lugar, creo que lo más correcto es hablar de lo que ha pasado en Moto3. Porque, al final, los problemas serios son estos. La noticia de que Rueda esté bien me alivia mucho. No era fácil pensar que se podía salir así después de una caída tan fea. Son cosas que pueden pasar. No tienen que pasar, pero son cosas que pueden pasar en nuestro deporte. Y, cuando ves cosas así, piensas que todo el resto no son problemas, al final. Espero solo que salgan buenas noticias de Dettwiler. Seguramente no será algo bueno, pero ya solamente saber que no está en peligro es algo bueno. Honestamente, creo que hacer correr a los pilotos 10 vueltas después de ver a los helicópteros llevarse a dos de sus compañeros, no me parece una buena idea. Nunca lo entenderé. Pero, al final, no soy yo quien tiene que tomar este tipo de decisiones».

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