La presión fiscal que sufre Burgos empuja a los empresarios de la provincia a instalarse en otras comunidades

La Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) de Burgos reconoce que una de las máximas preocupaciones de los empresarios burgaleses es la presión fiscal que sufren en Burgos y en Castilla y León. Desde FAE se reconoce que reciben muchas quejas de empresarios burgaleses que se han instalado o planean hacerlo en comunidades como el País Vasco o Madrid porque allí la presión fiscal es menor.

Emiliana Molero, secretaria de FAE, apunta que mientras en Madrid o el País Vasco las inspecciones se suceden cada 10 años en Burgos se reciben cada cuatro años. «Burgos es al provincia de Castilla y León que más inspecciones recibe», apuntan desde FAE.

Por esta razón, desde FAE se pedirá a la Agencia Tributaria que se instale un régimen fiscal único para todo el país, ante esas nuevas empresas de burgaleses que, en lugar de instalarse en la provincia, prefieren hacerlo en otros territorios.

Por otra parte, según muestra el Índice de Confianza Empresarial de Burgos elaborado por FAE, un tercio de las empresas burgalesas han comenzado el 2019 mejor que el 2018. Sin embargo, las cifras no son positivas, si no que son las más bajas de crecimiento desde 2014, cuando FAE realizó el primer observatorio de este tipo.

La situación nacional e internacional influye en las empresas burgalesas que notan los efectos de la inestabilidad que reina en Estados Unidos, en Reino Unido con el Brexit o en España con la ausencia de Gobierno. Aunque el mercado exterior, de momento, no se ha resentido significativamente, ya hay un 10 por ciento de las empresas burgalesas que exportan este 2019 menos que en el anterior.

FAE pronostica que el 2019 sea el año de mantenimiento del empleo. En cuanto a la creación significativa de empleo, poco más del 15% de las empresas de la provincia de Burgos ha seguido creciendo en número de empleados este año. En el lado contrario, un 7 por ciento de las empresas han destruido empleo durante la primera mitad de año.

Las perspectivas para el segundo trimestre son positivias. Un 25 por ciento cree que les va a ir mejor después del verano y la mitad piensan que mantendrán su actividad en la segunda parte del año.

Además de la presión fiscal, uno de los principales problemas que lamentan las empresas burgalesas es el absentismo laboral. Según este informe de FAE, una de cada tres empresas burgalesas ha experimentado un aumento claro del absentismo en los dos últimos años. Para la mitad de las empresas encuestadas, que han sido casi un centenar de toda la provincia, el absentismo preocupa significativamente.

En cuanto al perfil, se podría señalar que estadísticamente existe un mayor absentismo entre hombres de 31 a 45 años cuya actividad es la de operario.