Consejos para mantener bien aislada tu vivienda
Un buen aislamiento térmico no es solo sinónimo de confort interior, sino que puede suponer un notable ahorro en las facturas de la calefacción o el aire acondicionado.
pisos.com
Jueves, 24 de septiembre 2020, 09:08
Hay pocas cosas que puedan compararse con esa sensación de protección, intimidad y relax que despierta el interior de una casa. El confort es una característica inherente a cualquier hogar pero conquistarlo depende, en buena medida, del aislamiento del mismo. Mantener una temperatura adecuada es clave para sentirnos a gusto. Pero los sistemas de climatización no son lo único que puede ayudar a conseguirla, de hecho, recurrir a ellos supone notables diferencias en la factura a final de mes.
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Un buen aislamiento térmico, sin embargo, permite ahorrar notablemente en los gastos de energía o calefacción, al tiempo que minimiza nuestra huella ecológica, proporcionando a los interiores una atmósfera acogedora y cálida. Aunque, por lo general, las viviendas de nueva construcción ya cuentan con sistemas que garantizan su eficiencia energética, hay muchas cuestiones a las que podemos prestar atención para garantizar el confort tanto si hablamos de una moderna passivhaus como si nuestro hogar es un coqueto inmueble con medio siglo de historia.
Cuida de ventanas y puertas
Los expertos calculan que entre un 25% y un 30% de las necesidades de calefacción son una consecuencia directa de la pérdida de calor que se produce, por ejemplo, a través de puertas y ventanas. Cualquier tipo de grieta, junta o similares mal selladas es sinónimo de mal aislamiento y, en consecuencia, resolver estos desperfectos resulta clave para mantener bien aislada tu vivienda.
En ocasiones, basta con adoptar medidas sencillas como la colocación de burletes o plintos aunque, otras veces, será necesario acometer reformas de mayor envergadura. Cambiar las ventanas por unas con rotura de puente térmico, vidrios con tratamientos especiales o dobles ventanas puede resultar más costoso pero muy eficiente a medio plazo.
Elige bien los materiales
El aislamiento de las paredes es otra de las cuestiones fundamentales cuando hablamos de mantener el confort interior de una vivienda. Por lo general, este tipo de recursos suele quedar alejado de miradas indiscretas integrándose en muros y tabiques posteriormente revestidos por otros materiales. Sin embargo, hay materias primas que te ayudarán a mantener tu vivienda bien aislada, incluso, si no quieres embarcarte en grandes obras de rehabilitación.
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La madera, por ejemplo, es un material cuya estética aporta una incuestionable calidez pero, además, su naturaleza fibrosa la sitúa como una materia prima que también puede contribuir a mantener bien aislada tu vivienda. Colocada en techos o paredes a modo de friso, es perfecta para crear ambientes acogedores y llenos de encanto. Del mismo modo, las plaquetas decorativas fabricadas a base de poliuretano, el parquet y hasta el corcho son excelentes aislantes térmicos y acústicos.
Los textiles, grandes aliados
Otra de las mejores maneras de mantener bien aislada tu vivienda es apostar por los textiles. Las telas gruesas son ideales para la época invernal, lo mismo que los tejidos más vaporosos ayudan a aplacar las altas temperaturas estivales. En todo caso, si de lo que se trata es de mantener el calor y confort interior con la caída de los mercurios, nada como recurrir a todo tipo de textiles.
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Las alfombras, por ejemplo, minimizan la pérdida de calor a través del suelo mientras que las cortinas gruesas contribuyen a hacer lo propio a través de las ventanas. Mantas y cojines son también complementos indispensables que, aunque en menor medida, también pueden ayudar a controlar el aislamiento acústico y térmico de tu hogar.
Cierra las habitaciones en desuso
¿Sabías que los muebles absorben el calor del ambiente? Por si grietas, fisuras, ventanas o un aislamiento inapropiado no fuera suficiente amenaza al confort, también hay que tener cuidado con las estancias en desuso con exceso o escasez de mobiliario.
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Lo ideal es mantener cerradas las puertas de aquellas habitaciones que no estés usando y, en caso de que tus visitas a ellas sean esporádicas, puedes incluso apagar los radiadores u otros sistemas de calefacción en su interior para ahorrar energía.
Aprovecha al máximo la luz del sol
Aunque no sea una forma de mantener bien aislada tu vivienda propiamente dicha, lo cierto es que es un truco que también te ayudará a mejorar el confort interior al tiempo que reduces tu factura. Solo has de aprovechar la luz solar como calor radiante abriendo cortinas y persianas, y una vez llegue la noche, cerrarlas.
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Recuerda, en todo caso, que al margen de los recursos de tu vivienda, tú también puedes contribuir a disfrutar del confort en tu hogar. Más allá de sistemas de calefacción, materiales aislantes y similares, nada como un buen jersey en invierno y unas zapatillas abrigadas para que los cambios de temperatura no supongan amenaza alguna al mítico calor de hogar.
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