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Vista general de la localidad de Fompedraza. Fotografías de Mónica Rico
Municipalismo 360

Carácter empresarial a 900 metros de altitud en Fompedraza

La localidad vallisoletana se asienta en plena Ribera del Duero, pero sus viñedos son los más altos de toda la provincia. Cuatro bodegas, la agricultura o empresas de construcción dan vida a este pueblo

S. G.

Lunes, 10 de marzo 2025

Son varias las particularidades que se pueden contar acerca de Fompedraza pero la primera de ellas, ya que por alguna hay que empezar, habla del punto más alto de la provincia de Valladolid, con más de 900 metros de altitud.

Esta información que, a priori, puede no parecer demasiado relevante, toma mayor significado cuando se hace referencia al viñedo y sus plantaciones pues en los últimos años, la altitud se ha convertido en un parámetro fundamental tras demostrarse que a la hora de hacerse la uva tiene un ciclo más largo y en el caso de la maduración, también es más lenta.

Y es que, este rico territorio se asienta en plena Denominación de Origen Ribera del Duero, al sur de la provincia de Valladolid, entre las localidades de Peñafiel y la segoviana de Cuéllar. Una zona que se identifica plenamente con el vino de calidad y que en el caso de Fompedraza, dan buena cuenta las cuatro bodegas que elaboran en este término municipal sus vinos.

La apuesta empresarial es considerable. En este municipio también se contabilizan dos empresas de construcción, una planta de selección y envasadora de nueces y otra seleccionadora de ajos. La agricultura desempeña su propio papel relevante, además de la ganadería, con varias granjas de cerdos. El municipio, incluso, cuenta con un singular Museo del Juguete.

En el recorrido por las calles deFompedraza, pueblo de vieja construcción, aparece su Casa Consistorial que en este 2025, cumple su centenario. También se convertirá en centenaria este año la fuente que da nombre al municipio, aunque este aspecto merece una explicación.

El nombre de Fompedraza, de origen latino, hace referencia a dos cuestiones: por un lado fuente, y por otro piedra (fons-fontis, petra-petrae). Eso sí, la referencia no es en el sentido de un manantial encauzado por un surtidor del citado material, sino como origen, como lugar en el que abunda la piedra.

Por otra parte, hay que recordar que los primeros asentamientos alcanzan al Neolítico, así lo atestiguan vestigios, utensilios pétreos esparcidos en el lugar que los antiguos pobladores denominaban 'piedras del rayo' por su color gris.

Frescos pregóticos

La Iglesia de San Bartolomé Apóstol, patrón de los curtidores, data de los siglos IX-X, aunque fue objeto de diversas reformas en los siglos XIII, XV y XVII.

Este templo, en los que se han descubierto en tiempos recientes frescos pregóticos, preside el municipio y tiene una especial particularidad: el milagro equinocial.

Ayuntamiento que en este 2025 cumple su centenario.
Iglesia de San Bartolomé.

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En concreto, ese milagro consiste en que un rayo de luz se cuela a través del templo cuando coincide con los equinocios de primavera y otoño e impacta, directamente, sobre un punto del altar, en particular, en el que se encuentra la imagen de la Virgen y en el que antiguamente se situaba la representación del cuerpo de Cristo. Parte de este templo fue construido por cristianos conversos que como apunta el alcalde, Eduardo Benito Olmos, «tenían que ser más cristianos que los cristianos».

Por donde pasa la vida

Pero toda localidad que se precie, da igual el tamaño o población, debe contar con un punto de encuentro y reunión que, cuando se trata de Fompedraza es el Bar El Cerro, un centro social que se ha edificado en un antiguo almacén del SENPA, el Servicio Nacional de Productos Agrarios. Este espacio recoge la vida del pueblo y es acogedor para personas de todas las edades que se encuentran en diferentes horas o días de la semana para comentar los últimos acontecimientos. Buena parte de la vida del pueblo pasa por este edificio.

El propio paisaje de Fompedraza merece unas líneas. Curiosamente, «ni está en valle ni está en páramo, ya que justo su límite superior es la llanura del páramo y el inferior, el comienzo del valle. Las curiosidades siguen al apreciar que la forma del conjunto de casas, si uno las ve desde la parte del páramo, es similar a una «V». Después, por el trazado de la carretera, el pueblo queda dividido totalmente en dos, y si uno quiere dirigirse a la otra parte, debe cruzar obligatoriamente por ella. Resulta un paisaje verdaderamente encantador, un pueblo rural con casas de piedra», revela la información recogida en la página municipal.

Frontón y zona de juegos.

El rincón del ilustrador Eduardo García Benito

Revistas como Vogue o Vanity Fair contaron con el trabajo del gran ilustrador Eduardo García Benito, residente habitual de los veranos en Fompedraza, y cuya vivienda se sigue conservando. «Estando en París conoció a Pablo Picasso el cual, al ver sus obras, le pidió copiar uno de sus cuadros, el que conocemos como 'Los Arlequines'», detalla el regidor a modo de anécdota. García Benito realizó muchas cubiertas memorables y contribuyó a la estética del art déco, creando gran parte de la imagen de este estilo que ha llegado a la actualidad.

Y si se estaban preguntando por las fiestas patronales de Fompedraza, tomen nota: la localidad festeja a San Bartolomé Apóstol durante el mes de agosto en unos días que se convierten en punto de encuentro de vecinos y de todos esos hijos del pueblo que un día emigraron y regresan en esas fechas. También se celebra la fiesta de las Candelas en febrero.

Eduardo Benito Olmos, alcalde: Un pueblo emprendedor y cómodo para construir una vida

Eduardo Benito Olmos.

El objetivo de estas líneas no es otro que presentarles y, en muchos casos, descubrirles una localidad como Fompedraza. Y digo lo de descubrir porque se me viene a la mente el caso reciente de una persona que nos visitaba por cuestión de trabajo y se mostraba sorprendida con lo que se había encontrado. Esto es solo un ejemplo de que los pueblos merecen una oportunidad, en el más amplio sentido de la expresión.

Dicho esto, me gustaría contarles que Fompedraza es un municipio de gente emprendedora, un ejemplo es el Museo del Juguete y las cuatro bodegas que se han montado con capital propio de gente del pueblo. Lógicamente, esto supone la creación de puestos de trabajo y la posibilidad de que la gente del pueblo se quede a vivir en él, o por lo menos se lo plantee.

En este sentido, mi objetivo es seguir ampliando el casco urbano para que exista la opción de que puedan venir a vivir más personas al municipio, que tengan la posibilidad de hacer aquí su vivienda y desarrollar su vida de la forma más parecida a la ciudad desde el punto de vista de los servicios. Evidentemente, la tranquilidad, el ritmo del pueblo y muchas otras ventajas, siempre van a estar ahí.

En relación al tema de las bodegas también quiero apuntar que nuestros viñedos están a más de 900 metros de altitud, los más altos de la provincia de Valladolid, y esto se ha convertido en una ventaja competitiva en estos tiempos en los que tanto se habla de cambio climático pues es la altura la que a día de hoy ofrece más garantías de sortear determinadas inclemencias.

Somos un pueblo de una base agrícola fuerte, con varias ganaderías de porcino punteras, una seleccionadora y envasadora de nueces, otra seleccionadora de ajos y dos empresas constructoras. Sin duda, todo un logro para una localidad con poco más de un centenar de vecinos.

Vecinos que, por cierto, tenemos nuestro punto de encuentro en el bar El Cerro, nuestro centro social construido sobre un antiguo almacén del mítico SENPA, Servicio Nacional de Productos Agrarios. Este lugar de reunión es ideal para grandes y pequeños, para contar las historias y aventuras del día, un sitio donde poder disfrutar de la amistad, de la unión y. como no, un lugar donde arreglar un poco el mundo.

Si quieren alguna propuesta más, no duden en visitar la zona de las antiguas bodegas o la Iglesia de San Bartolomé Apóstol, con sus frescos pregóticos.

Deténganse además, en la fuente que nos da nombre, antiguo lavadero, o en la casa consistorial. Tanto la fuente como el edificio del Ayuntamiento están este año de aniversario pues cumplen nada más y nada menos que 100 años de historia.

Termino estas líneas como las empecé, pidiendo una oportunidad para los pueblos, muchos como el nuestro, que ofrecen servicios para vivir cómodos y tranquilos y un entorno privilegiado en el que construir una vida. Suena tentador.

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