Burgos vive un boom de viviendas turísticas, crecen un 55,2% más en cinco años

El problema de la vivienda es intrínseco a la sociedad actual. Y cuando se habla del problema habitacional una de las miradas, inevitablemente, se gira hacia las viviendas turísticas.

Hace unos días se conocía que había nacido en Castilla y León la Asociación de Viviendas y Apartamentos Turísticos de Castilla y León (Avatcyl), como entidad sin ánimo de lucro con el objetivo de representar y defender los intereses de los propietarios y gestores de este tipo de viviendas.

El sector hotelero los acusa de competencia desleal, pero esta asociación defiende que toda vivienda y apartamento turístico debe tener su licencia y cumplir la ley. La asociación subraya que el turismo de viviendas y apartamentos turísticos tiene un gran potencial para impulsar la economía local, generar empleo y dinamizar las zonas rurales, según su presidenta María José de la Torriente.

En la provincia de Burgos, en los últimos cinco años, el número de viviendas turísticas ha crecido un 55,2%. En agosto de 2020 se contabilizaban 627 en toda la provincia. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística las sitúan en las 973. Pero Burgos ha llegado a tener un número mayor, en agosto de 2024 se llegaron a contabilizar en la provincia 1.030 viviendas turísticas.

Al aumentar las viviendas turísticas, Burgos también ha visto crecer el número de plazas de alojamiento que ofrece a los visitantes. Si en agosto de 2020 se ofrecían 3.963 plazas en este tipo de viviendas, en la actualidad la cifra ha subido hasta las 5.989. Se trata de un aumento del 51,1%. De media, las plazas por vivienda turística se sitúan en las 6,16.

En cinco años, las viviendas turísticas han aumentado en Burgos un 55,2% y las plazas en este tipo de alojamientos lo ha hecho un 51,1%.

Los municipios de Burgos con más viviendas turísticas no guardan relación con el tamaño de estos y tampoco con ser más o menos turísticos. Sí es cierto que la ciudad Burgos encabeza, con mucha diferencia, el número de viviendas turísticas. Le siguen Aranda, Villarcayo, Medina de Pomar, Lerma, Basconcillos del Tozo, Silos, Valle de Mena, Castrojeriz, Espinosa de los Monteros, Hontoria del Pinar y Briviesca.

En algunos casos, esos pueblos más turísticos de Burgos como Puentedey, Orbaneja del Castillo, Frías, Oña, Covarrubias, Poza de la Sal son más pequeños y albergan, aunque su carga turística sea mayor, menos posibilidad de tener más viviendas turísticas. Por ejemplo, Frías cuenta con tres viviendas de este tipo; Covarrubias con dos; Poza de la Sal con cinco y Oña solo con una.

Desde la Asociación de Viviendas y Apartamentos Turístico de Castilla y León se asegura que lo que pretenden es «trabajar de la mano de las administraciones públicas y otras entidades del sector para crear un marco regulatorio claro y favorable que permita el crecimiento ordenado de esta actividad».

Existe ya una nueva regulación para una actividad imparable. Una de las preguntas era quién regula las viviendas turísticas. El ordenamiento jurídico español se basa, entre otros, en el libre mercado y la libre competencia. Las comunidades autónomas tienen la competencia exclusiva en materia de turismo, incluyendo la ordenación del sector turístico y la regulación de las empresas. Los ayuntamientos pueden permitir o no los usos del suelo a través de las ordenanzas municipales.

Pero, además, dos sentencias del Tribunal Supremo han declarado que las comunidades de propietarios pueden prohibir la actividad de alquileres turísticos mediante acuerdos adoptados en junta por mayoría de tres quintos. Esta doctrina ha sido acogida por una Ley Orgánica del 2 de enero de 2025 en la que se exige autorización de la comunidad para ejercer la actividad, una novedad respecto a la regulación anterior. La modificación entrará en vigor el 1 de abril de este 2025.

Temas

• Turismo
• Alquiler de viviendas turísticas
• Vivienda