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Excavaciones en los Yacimientos de Atapuerca. Ricardo Ordóñez-ICAL

Caballos salvajes y herramientas neandertales: Atapuerca nuevos hallazgos en dos nuevos yacimientos

Las excavaciones en El Portalón y Estatuas Exterior avanzan en paralelo para reconstruir desde los inicios del Neolítico hasta la vida cotidiana de los neandertales en la Meseta

BURGOSconecta

Burgos

Lunes, 14 de julio 2025, 19:11

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La Sierra de Atapuerca (Burgos), reconocida internacionalmente por su riqueza arqueológica, está viviendo un verano especialmente fértil en hallazgos. Dos de sus yacimientos más prometedores, El Portalón de Cueva Mayor y Estatuas Exterior, están siendo protagonistas de las campañas 2025 del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), desvelando capas de historia que abarcan desde los albores del Neolítico hasta los últimos neandertales que habitaron el norte peninsular.

El Portalón: un refugio neolítico lleno de sorpresas

El Portalón, situado en el sistema kárstico de Cueva Mayor, se consolida como un enclave imprescindible para comprender la prehistoria reciente en el interior de la Península Ibérica. En esta campaña, los arqueólogos se centran en dos niveles cronológicos clave: un Neolítico muy antiguo, datado entre los 7.200 y los 7.500 años antes del presente, y una fase posterior correspondiente a la Edad del Bronce, con una antigüedad de unos 3.300 años.

«Es uno de los registros neolíticos más antiguos del interior peninsular», explicó José Miguel Carretero, codirector del Proyecto Atapuerca, durante la visita a los medios. Esta cronología es particularmente relevante, ya que la «neolitización», el paso de sociedades cazadoras-recolectoras a comunidades agrícolas y ganaderas, fue más tardía y fragmentada en el interior que en las zonas costeras.

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Uno de los hallazgos más sorprendentes de esta campaña es la notable abundancia de restos de caballo salvaje, dientes, costillas, fragmentos craneales, en niveles neolíticos, una circunstancia inusual en este tipo de contextos. «En principio se trata de caballos no domesticados. Nos desconcierta su presencia masiva aquí, sobre todo en comparación con otros yacimientos cercanos como la Cueva del Mirador, donde no vemos esta concentración», subrayó Carretero.

El yacimiento también ha ofrecido fragmentos cerámicos de distintas fases culturales: desde piezas simples y toscas en los niveles más antiguos, hasta cerámica más elaborada en estratos posteriores, reflejo de la evolución cultural de estos grupos humanos. Además, se están recuperando restos de microfauna mediante lavado de sedimentos en el río cercano, una técnica que permite afinar el estudio ecológico de la zona y su relación con los primeros asentamientos estables.

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Estatuas Exterior: la nueva frontera del pasado neandertal

Apenas unos metros de distancia, pero con una diferencia temporal abismal, el equipo también excava Estatuas Exterior, un yacimiento que, en palabras del codirector Ignacio Martínez, representa «el futuro de Atapuerca». Este nuevo enclave busca documentar hasta 100.000 años de ocupación neandertal en la zona y ya muestra signos de convertirse en una joya arqueológica de proyección europea.

El yacimiento, que comenzó a excavarse en 2020, se ubica junto a la entrada colmatada de la antigua cavidad que conecta con Estatuas Interior, donde ya se han recuperado restos humanos neandertales entre los 110.000 y los 80.000 años. En la campaña actual se están abriendo dos niveles arqueológicos clave: uno profundo con bifaces posiblemente vinculados al final del Achelense y otro más superficial con miles de pequeñas esquirlas de talla lítica, indicativas de un taller de herramientas durante el Musteriense.

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«El sedimento tiene una potencia de hasta 19 metros, algo excepcional. A largo plazo podríamos documentar una secuencia continua de ocupación neandertal, algo único en Europa», señaló Martínez. Actualmente, los trabajos se desarrollan en una superficie de 20 metros cuadrados, aunque con la vista puesta en una expansión futura.

La escasez de fauna contrasta con la enorme cantidad de industria lítica, que sugiere un uso del lugar más vinculado a la fabricación de herramientas que a la vida cotidiana. Aun así, los investigadores han comenzado a tomar muestras para dataciones absolutas, un paso esencial para precisar la cronología de estos niveles.

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Legado de Estatuas Interior: ADN desde la tierra

Estatuas Exterior complementa los extraordinarios descubrimientos de su yacimiento hermano, Estatuas Interior, donde se logró un hito sin precedentes: recuperar ADN neandertal directamente de sedimentos, sin presencia visible de restos óseos. Esta proeza científica permitió identificar material genético de al menos cinco individuos, reforzado posteriormente por el hallazgo de un diente y una falange en el mismo nivel.

«Ya tenemos el ADN; ahora queremos los huesos», afirmó el codirector Juan Luis Arsuaga, quien destacó la relevancia global de este tipo de avances para la paleoantropología. La excavación continúa avanzando hacia la entrada de la cueva, donde se espera localizar nuevos fósiles que permitan comprender mejor la vida de los neandertales en la Meseta.

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Ventana a la evolución humana

Las excavaciones simultáneas en El Portalón y Estatuas Exterior muestran la enorme diversidad cronológica y científica de Atapuerca. Mientras uno permite ahondar en los procesos de neolitización del interior peninsular, el otro abre una ventana al comportamiento y la tecnología de los neandertales que habitaron estas tierras decenas de miles de años antes.

Ambos yacimientos comparten un mismo objetivo: reconstruir, con el máximo rigor científico, el pasado humano en una de las regiones más ricas en historia de toda Europa. Atapuerca no solo sigue ofreciendo respuestas, sino que continúa generando nuevas preguntas sobre quiénes fuimos y cómo llegamos a ser quienes somos.

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