La cosecha de Burgos, en apuros: la falta de maquinaria frena la campaña de cereal
Hasta el 30% de los cosechadores del sur que acudían con sus máquinas a la campaña burgalesa no han subido este año debido a las restricciones por las olas de calor. Pueden cosechar menos horas y ha caído su rentabilidad
A un año complicado por el calor de junio y el pedrisco para los agricultores de Burgos se ha sumado otro problema esta campaña y es la falta de maquinaria y de mano de obra. Durante la época de cosecha, hasta la provincia de Burgos llegan trabajadores agrícolas con sus máquinas cosechadoras, sobre todo, desde el sur del país. Este año, muchos no han subido: precios bajos, competencia desleal y una normativa antiincendios que les permite cosechar pocas horas al día son algunas de las razones que esgrimen.
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Alfonso Arcas, agricultor de Almería, lleva acudiendo 25 años con su máquina a la provincia de Burgos para cosechar. Cree que este año será el último que lo haga. Arcas habla de que el 30% de los que, como él, acudían con su cosechadora a las tierras burgalesas no lo ha hecho ya en esta campaña.
90% Estado de la campaña
Faltan tierras por cosechar que ya deberían estar concluidas
Por eso, tanto Susana Pardo, presidenta provincial de UCCL, como Gabriel Delgado, secretario provincial de UPA, señalan que faltan tierras por cosechar, algo que debería estar más avanzado. Delgado explica que esta campaña está culminada al 90%, pero que todavía faltan hectáreas por cosechar.
La problemática de los cosechadores del sur
Pardo lo tiene claro: «faltan máquinas y mano de obra. Es algo que se ha notado especialmente este año». Apunta a que las restricciones por la ola de calor son la principal causa. «La gente tiene miedo a las prohibiciones por las alarmas por ola de calor y a la normativa antiincendios. Esto obliga a que se desplacen, paguen sus gastos de alojamiento y manutención aquí, pero puedan tengan que estar días sin trabajar». UCCL, por ejemplo, ya ha pedido este verano que se permita cosechar en zonas frescas de Burgos durante la alerta por incendios.
Delgado también señala que las restricciones por las olas de calor afectan muy negativamente a que esta zona sea atractiva para acudir a cosechar. «La gente que viene del sur a cosechar tiene unos gastos muy grandes. Este año ya nos han comentado que se plantean no volver. Se ha notado que han subido menos y a la vista está: hay pueblos que deberían estar ya cosechados y no se ha hecho».
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25 años
Tras estos años acudiendo de Almería a Burgos a cosechar, Alfonso Arcas se plantea dejarlo.
Alfonso Arcas, de la Asociación de Maquinarias Cosechadoras de Almería (Amaco), explica que son varias las razones que le impulsan a dejar de venir a cosechar a Burgos. «El clima ahora es complicado, hay muchos factores que estropean una cosecha, el tiempo de trabajo ahora es menor, tampoco está bien remunerado, si no echamos ciertas horas en el campo, esto no sale a cuentas», explica.
Ellos pagan Seguridad Social todo el año, trabajen o no, al desplazarse hasta Burgos también tienen que pagar esos gastos de desplazamientos, alojamientos o comida. Además, a eso se suma la puesta a punto de la cosechadora antes de la campaña, algo que supone entre 15.000 y 20.000 euros. «La rentabilidad no es buena, si no echamos ciertas horas, no nos sale a cuenta, y es que ahora tenemos muy restringido el cosechar. La normativa contra los incendios hace que podamos cosechar pocas horas al día y en determinados momentos, cada vez es más restrictiva. Eso hace que podamos trabajar menos y la rentabilidad es menor que hace 25 años», añade.
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La normativa contra incendios
Tanto Arcas como Gabriel Delgado entienden que tenga que haber restricciones para evitar incendios, pero no comparten la normativa actual. «Respetamos las restricciones, pero no las compartimos. Somos profesionales del campo, los primeros interesados en que esté bien, y nos están criminalizando. Ni trabajar te dejan. Me gustaría saber con datos exactos cuántos de los incendios se han provocado por maquinaria agrícola», apunta Delgado.
«Somos los más profesionales, defendemos y protegemos el campo. Ayudamos en la extinción y esta normativa nos señala», añade Arcas. Reconoce, además, que la otra persona que acude con él a cosechar, suelen venir dos personas, se ha tenido que ir por falta de trabajo.
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15-30% caída de cebada
La cosecha de cebada tardía, debido al calor, ha caído entre un 15 y un 30%.
La cosecha de cereal
En cuanto a lo que se puede esperar de la cosecha de cereal para esta campaña, las previsiones no son buenas. Susana Pardo, de UCCL, habla de «mala calidad por el poco peso específico del grano debido a los calores de junio. Además, la cebada tardía ha tenido también poca producción y poco peso debido, igualmente, a esas altas temperaturas de junio».
Por su parte, Gabriel Delgado, de UPA, explica que las cosechas en Burgos «suelen ser buenas», el trigo así lo auguraba, pero el calor de junio rebajó la cosecha en un 15%. Delgado explica que la cosecha de cebada temprana «suele ser bastante fiel, pero no va a ser la esperada, y la cebada tardía, debido al calor, ha caído entre un 15 y un 30%».
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No hay que olvidar que Burgos también ha sido una provincia muy afectada por el pedrisco a lo largo de este verano, sobre todo zonas de la Ribera del Duero, Arlanza o Pisuerga, «hay tierras a las que se ha indemnizado con un cien por cien».
Los agricultores están a la espera de que las últimas tierras acaben con la cosecha de cereal, pero las previsiones no son buenas. Aún así, confían en que el girasol traiga más alegrías al campo burgalés.
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