Las distracciones al volante provocaron 86 accidentes en Burgos el pasado año y seis fallecidos
El uso del móvil durante la conducción es una de las distracciones más frecuentes y multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente
Distraerse al volante tiene precio. Desviar, durante unos segundos, la mirada de la carretera es una práctica de riesgo que aumenta las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico, y sumada a otras imprudencias (como el exceso de velocidad), la gravedad del siniestro, que incluso puede ser mortal. Por ese motivo, la DGT realiza estos días una campaña de vigilancia frente a distracciones en la conducción.
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En 2020, en Burgos las distracciones ocasionaron 86 accidentes de tráfico con resultado de, al menos, un herido. También fueron el factor predominante en la muerte de seis personas, en diferentes siniestros, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno. En el ámbito nacional, los accidentes ocasionados por una conducción distraída se han incrementado un 3%, suponiendo el 31% de los mortales.
El subdelegado, Pedro de la Fuente, recuerda que el uso del teléfono móvil es una de las distracciones más frecuentes y multiplica por cuatro la probabilidad de sufrir un accidente, apunta el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán. Es más, el riesgo es equiparable a la conducción con exceso de alcohol, afirman, así que se pide no utilizar el teléfono mientras se conduce y mucho menos sin el manos libres.
Un conductor que habla mientras conduce pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, no guarda la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente (entre medio y dos segundos, en función de los reflejos del conductor). Además, a mayor velocidad mayor riesgo de que una distracción provoque un accidente: a 120 km/h, en 3 segundos, se recorrerá una distancia superior a la de un campo de fútbol.
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