Los embalses del Arlanzón, al 90% de su capacidad
El sistema de embalses que abastece Burgos y buena parte de la provincia presentan una situación inmejorable a estas alturas del año. El embalse del Ebro recupera la normalidad tras dos años complicados
Burgos tiene ahora mismo reservas de agua suficientes como para garantizar el suministro y la campaña de regadío sin ningún tipo de problemas. De hecho, las persistentes lluvias caídas durante esta primavera han hecho que los embalses de la provincia presenten a principios de mayo una situación inmejorable.
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Así, el sistema de embalses del río Arlanzón, que abastece a la capital provincial y buena parte de la provincia, cuenta con 87,5 hectómetros cúbicos de agua acumulados. Se trata del 90,2% de su capacidad total de embalse, un índice muy superior a la media de la última década a estas alturas del año (80,4%) y que se sitúa incluso por encima de los datos de 2024, un año calificado de «excepcional» por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero.
En este sentido, cabe destacar que el viejo pantano de Arlanzón está, literalmente, lleno, con 22,3 hectómetros cúbicos embalsados. Aguas abajo, el embalse de Úzquiza cuenta con 65,2 hectómetros cúbicos, un 86,9% de su capacidad total.
87,5 Hectómetros cúbicos
El sistema de embalses del Arlanzón cuenta con 87,5 hectómetros cúbicos de agua embalsada, un 90,2% de su capacidad total.
Con estas reservas de agua, Burgos tiene plenamente garantizado el suministro, no sólo de todo el año, sino de varios ejercicios. Y es que, de acuerdo a los datos de la sociedad Aguas de Burgos, el consumo anual de la capital provincial y los algo más de 120 municipios conectados a su red se sitúa en el entorno de los 22 hectómetros cúbicos. Esto es, en el peor de los escenarios posibles, las reservas actuales garantizarían el consumo de agua potable durante cuatro años.
Esa circunstancia, de hecho, ha obligado a la Confederación a abrir algo más las compuertas en Úzquiza e incrementar desde el pasado mes de abril el caudal vertido a la cuenca. Así, en las últimas semanas se están desaguando del orden de 8,5 metros cúbicos por segundo. Eso, sumado a los aportes de los afluentes situados aguas abajo del pantano, ha hecho que el caudal del Arlanzón a su paso por la capital sea muy superior al habitual durante varias jornadas.
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El embalse del Ebro vuelve a la normalidad
Las lluvias de esta primavera también le han sentado bien al embalse del Ebro, que a lo largo de este año hidrológico ha recuperado la normalidad tras dos ejercicios muy complicados. Ahora mismo, el gran embalse de Arija cuenta con 400 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone alrededor del 74% de su capacidad total, un índice significativamente más elevado que el que presentaba a estas alturas el año pasado (43%), pero muy similar a la media de la últimas década (73,4%).
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