Un reconocimiento a la Peña Filatélica Mirandesa en sus bodas de brillantes

Los aniversarios son fechas especiales para celebrar; más aún, si se visten de brillantes. Tal es el caso de la Peña Filatélica Mirandesa que, tras setenta y cinco años de andadura, se engalana para recibir el máximo distintivo de la ciudad de Miranda de Ebro: el afamado León de Oro.

Con el pretexto de una «amplia exposición», la propuesta de reconocimiento planteada por la propia asociación fue elevada por la alcaldesa Aitana Hernando, en nombre de la Corporación, a la Junta de Gobierno el pasado martes, 19 de septiembre. Y un día después la entrega se hacía efectiva en el salón de plenos del Consistorio mirandés.

Pasadas las 12 del mediodía, la Peña Filatélica Mirandesa recibía, con la emoción que la situación requería, el distintivo zoomorfo y lo añadía a una colección de trofeos que ya luce en las instalaciones de la Casa Municipal de Cultura, custodia de la exhibición. «Recibir el león de oro ha sido muy bonito y emocionante porque es un símbolo de categoría de Miranda que significa el reconocimiento a todos estos años», celebraba Arturo Susaeta, el vicepresidente de la Peña Filatélica.

Y no es para menos. Tras setenta y cinco años de actividad, la Peña Filatélica Mirandesa se erige en esencia fundamental del tejido asociativo mirandés, motivo por el que el Ayuntamiento ha aceptado homenajearla «en reconocimiento a su labor en beneficio del coleccionismo y la cultura en Miranda».

Esto es lo que acontece en estos días en Miranda de Ebro: una ciudad en la que hace setenta y cinco años -concretamente, el 4 de septiembre de 1948, según los registros-, se inauguraba la I Exposición Filatélica Mirandesa. Lo hacía en lo que fuera la Biblioteca Municipal de las traseras del Ayuntamiento, sita en la calle de La Fuente e inaugurada también en 1948 bajo el nombre Miguel de Cervantes y el mandato del alcalde Luis de Juana.

En este contexto, un grupo de amigos, entusiastas del coleccionismo de sellos, funda la actual Peña Filatélica Mirandesa. A partir de ahí, la actividad continúa y en 1952, ya en el Casino de Miranda que se convirtió en su sede social hasta los años 60, se realiza la II Exposición.

De este modo, van surgiendo nuevas exposiciones a la vez que van sucediéndose los presidentes -desde Eusebio Arrimadas y Pedro Sabaté, hasta el actual, José Antonio Llatrena, pasando por Juan Arranz o José de la Fuente, entre otros- y los cambios de sede hasta llegar a la actual, en Torre de Miranda, número 6, tras aprobar los Estatutos de la Peña, allá por 1980. Entonces se constituye de manera oficial, eligiendo como patrono de la misma a San Gabriel, justo después de que se creara la Federación de Castilla y León de Sociedades Filatélicas (FECLESOFI).

Así las cosas, han sido muchos los eventos en los que este grupo de entusiastas del coleccionismo de sellos ha participado, destacando, por ejemplo, el que tuvo lugar en el año 1990, con carácter de exposición internacional, bajo el título de 'Miranda al futuro'. No en vano, Miranda de Ebro siempre ha estado muy presente en sus diferentes exposiciones: en el aniversario de la concesión del Fuero de Miranda o en la celebrada con motivo de la declaración de Miranda como ciudad; en eventos culturales y ferroviarios, e incluso en homenajes a Alberto César, el creador del famoso 'Blusilla'.

Pero como setenta y cinco años no se cumplen todos los días, en estos que acontecen, la Casa Municipal de Cultura acoge una exposición, la número treinta y dos, que permanecerá abierta al público hasta finales de mes. Veinticinco paneles de pie, otros veinte de pared y varias vitrinas dan cabida a colecciones variadas que van desde la numismática hasta las tarjetas de visita, pasando -por supuesto- por los sobres, los sellos perforados, las vitolas, los calendarios, las postales, los boletos de la Lotería Nacional… Y es que poco a poco la Peña Filatélica amplía los campos de coleccionismo en aras de captar nuevos socios que engorden una plantilla de treinta y cinco socios, quizá «algo envejecida», pero en muy buen estado de forma.

Cumplidos los 75, los asociados y curiosos podrán seguir disfrutando de los cientos de objetos expuestos hasta el próximo 30 de septiembre. Y casi coincidiendo con la clausura, los integrantes de la Peña Filatélica Mirandesa honrarán a su patrón, cuya onomástica se celebra el 29 de septiembre, compartiendo comida, afición y experiencias. Quién sabe, quizá ya entonces la Federación Española de Sociedades Filatélicas ya les haya honrado con la medalla a su labor que también han solicitado.

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