Los platos más típicos de Burgos que la IA transforma en gigantescos
Burgosconecta ha pedido a una herramienta de inteligencia artifical que transforme los platos más conocidos de la capital burgalesa en edificaciones
Después del furor por los personajes burgaleses convertidos en muñecos coleccionables gracias a la inteligencia artificial, ahora la mirada se posa sobre otro de los orgullos de la provincia: su cocina. Si los héroes locales se transformaron en figuras de vitrina, los platos más emblemáticos de Burgos bien podrían ser grandes monumentos construidos a base de ingredientes, tiempo y tradición. Porque en Burgos la gastronomía no solo se sirve: se edifica.
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Imaginemos por un momento que la cocina burgalesa es un enorme taller de obra. Allí, entre fogones y calderos, no trabajan arquitectos ni aparejadores, sino cocineros con alma de albañil y cucharón en mano. El chevalier, la morcilla de Burgos, el queso fresco y vinos de Denominación de Origen, entre otros, aparecen en las calles de la capital burgalesa para convertirse en los verdaderos potagonistas.
En esta nueva moda en la que lo digital reinventa lo tradicional, Burgos demuestra que también su cocina puede ser una obra de arte. Monumental, sí, pero lista para ser devorada. Edificaciones a las que seguro entran ganas de darles un buen mordisco o un buen trago.
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