La relajación al volante duplica los muertos en carreteras de Burgos
La provincia acumula 13 fallecidos este año, cuatro más que el pasado 2021 pero el doble que antes de la pandemia
Tráfico lleva meses detectando una relajación de las conductas al volante, como efecto rebote de las restricciones sufridas durante la pandemia, y esos comportamientos ya tienen sus consecuencias. Las carreteras de Burgos han duplicado el número de víctimas mortales este 2022 con respecto a los datos de 2019, el último año 'normal' antes de la llegada de la covid-19.
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Se han registrado 13 fallecidos, los dos últimos la pareja joven de Barakaldo que perdió la vida el fin de semana pasado en Quintana Martín Galíndez, en diez accidentes de tráfico. En tres accidentes ha habido dos muertos, explica el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, que insiste en que el balance del año es negativo, pues «empeoran las cifras».
Los 13 fallecidos están por encima de los 9 que se registraban en 2021 a estas fechas del año, y también de los 6 que se habían producido en 2019. La tendencia ha cambiado y, no solo en Burgos sino también en Castilla y León y en España, se ha registrado un aumento de la siniestralidad mortal en las carreteras. Lo «curioso» del caso es que hay menos accidentes con víctimas, pero son más graves.
Hasta julio, en las carreteras de Burgos se habían producido 42 accidentes con víctimas, que son un 20% menos que en el año anterior. «Tenemos menos accidentes y menos heridos leves pero hay más heridos graves y fallecidos», apunta Galán, y la explicación está en una relajación al volante y un repunte en las conductas no seguras.
Los datos así lo avalan pues las causas principales de los accidentes ocurridos en la provincia son no respetar la distancia de seguridad, distracciones y velocidad adecuada. Es un cóctel, que combinado o por separado, aumenta las posibilidades de sufrir un accidente y la gravedad del mismo. Por no hablar de casos en los que se conduce sin cinturón de seguridad, una infracción que ha aumentado.
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«Tenemos menos accidentes pero como estamos relajando las conductas al volante, estamos más distraídos, vamos más deprisa, son más graves», insiste el jefe provincial de Tráfico. Y lo achaca a lo que se ha dado en llamar «efecto euforia», vivir un verano sin restricciones tras los últimos años marcados por la pandemia de la covid-19.
Galán reitera que, pese a haber superado la crisis sanitaria (en la que mucha gente se ha quedado por el camino), «no nos hemos vuelto invulnerables». Conducir sigue siendo una actividad de riesgo, que exige toda nuestra atención y conductas seguras. Es verdad que, «de manera general, la gente tiene buenos hábitos de conducción», pero el riesgo está ahí.
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Carreteras secundarias
Y debemos prestar especial atención cuando circulamos por carreteras secundarias, que son las que registran el mayor número de accidentes mortales. De los 10 acumulados en Burgos, 9 se han producido en este tipo de vías, solo uno ha sido una de alta capacidad (la A-1 en el mes de abril). Y en la mayor parte de los casos, el fallecido era de la zona y conocía la vía.
Raúl Galán recuerda que ese tipo de recorridos, los que hacemos cuando vamos a los pueblos, a las segundas residencias o por zonas conocidas, son más peligrosos porque nos relajamos. De ahí que el jefe provincial pida extremar la precaución siempre y, en especial, este puente del 15 de agosto, en el que se van a producir muchos desplazamientos para las fiestas de los pueblos.
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En Burgos se esperan 133.000 desplazamientos durante el puente, en una de las operaciones de tráfico más complejas del año. En las carreteras coinciden los viajeros que salen de vacaciones con los que vuelven, los que aprovechan el puente y van a sus segundas residencias, los que van al pueblo para las fiestas y toda la operación Paso del Estrecho.
De ahí que la prudencia sea clave para minimizar el riesgo de accidente. Raúl Galán lamenta que el cambio de tendencia esté haciéndoles perder una batalla que iban ganando. Y se refiere al hecho de que la sociedad fuera capaz de reducir la siniestralidad mortal pese al aumento de la circulación, pues cada vez hay más conductores, pero se había conseguido frenar la mortalidad vial.
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