Denuncian más de 32 grados en la guardería pública de la Junta en Aranda

Más de 32 grados centígrados a primera hora de la mañana. Todo ello, en un centro infantil de titularidad pública, propiedad de la Junta de Castilla y León, con alumnos de entre cero y tres años. Esa es la situación actual que denuncia la comunidad educativa de la Escuela Infantil Santa Teresa – Arco Iris de Aranda de Duero.

Lo achacan «a la dejadez prolongada» por parte de la administración regional. Una reivindicación a la que se suman los padres de los pequeños y el sindicato CGT.

Las altas temperaturas, según recuerdan, superan ampliamente los límites legales establecidos en la normativa de prevención de riesgos laborales. «La solución ofrecida por la Junta, a través de aparatos portátiles tipo 'pingüino', resulta ineficaz y peligrosa: no pueden usarse con seguridad con menores pequeños, no se puede añadir agua por riesgo de contagios, ni desinfectantes por alergias», explican a través de una nota de prensa.

Más allá del calor, los educadores inciden en que el centro arrastra desde hace décadas una infraestructura «claramente deficiente», aludiendo a que no existe un tejado que aísle térmicamente y carece de sistemas funcionales de climatización.

Tirando de la normativa vigente, recalcan que la situación vulnera el decreto que establece límites de temperatura en los centros de trabajo entre 17 °C y 27 °C para tareas sedentarias, y el decreto que obliga a las administraciones a actuar ante episodios de calor extremo y a garantizar condiciones seguras en los espacios laborales.

Por ello, la comunidad educativa pide soluciones inmediatas. En esta línea, solicitan la instalación urgente de un sistema de aire acondicionado funcional en todo el edificio, además de la mejora integral de la infraestructura térmica con instalación de una fachada autoventilada, sustitución de ventanas por modelos con aislamiento térmico y acústico en todo el centro y la evaluación técnica del sistema de climatización existente y su adecuación real a las condiciones climáticas actuales.

Piden una respuesta «rápida, responsable y definitiva», haciendo hincapié en que «no se puede cuidar la infancia sin condiciones de seguridad y confort».

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