Cinco tips para mascotas con osteoartrosis

La osteoartrosis es una artropatía crónica y progresiva del cartílago articular. Esa lesión del cartílago articular produce cambios degenerativos y proliferativos del tejido periarticular: estrechamiento del espacio articular, afección de las membranas sinoviales (inflamación, síntesis alterada de ácido hialurónico y fibrosis) y del hueso subcondral (esclerosis y neoformación ósea, con aparición de osteofitos o protuberancias óseas). ¿Qué podemos hacer ante esta situación?

1.- CONTROL DEL PESO

Se ha comprobado que una pérdida de peso del 6% en el peso del animal con osteoartrosis mejora ostensiblemente los síntomas de cojera y dolor, hasta el punto de poder dejar de tomar antiinflamatorios. Además de existir pesos controlados en grasa, es recomendable la utilización de condroprotectores y ácidos grasos .

2.- SUELOS NO RESBALADIZOS

Los animales con osteoartrosis suelen tener dificultad para incorporarse desde la posición de sentado o tumbado. En plaquetas o parquets se resbalan, tienen menor fuerza y control de la postura corporal. Esto puede provocar lesiones secundarias. El uso de alfombras, puzzles antideslizantes o botitas ayudan a realizar estos movimientos, evitan lesiones y hacen que nuestros animales recuperen confianza en sí mismo, perdiendo el miedo a moverse.

3.- ABRIGO DE HUMEDAD Y FRÍO

El frío y la humedad afectan negativamente a estos pacientes, que notan sus articulaciones más rígidas y los músculos más tensos. El abrigo adecuado, con un material de alta calidad e impermeable colocado unos minutos antes de salir de casa les aísla y evita que se resientan.

4.- CAMAS ADECUADAS

El uso de camas viscoelásticas permiten el mejor descanso, así como la aparición de callos y úlceras en la piel. La pérdida de masa muscular y grasa hace que los relieves óseos provoquen en contacto con la superficie dura del suelo, la aparición de estas heridas. Además de ser muy dolorosas son difíciles de curar y pueden ser el inicio de una infección.

5.- CONTROL DEL DOLOR

Si no sienten dolor se querrán mover, y si se mueven se previenen la atrofia muscular, la rigidez articular y la pérdida de rango de movimiento. Además del control farmacológico hay multitud de terapias físicas (láser, magnetoterapia, ultrasonidos, electroterapia, y manual) y ejercicios (en seco o en agua) que ayudarán a nuestros animales. Son absolutamente indoloras, y muy bien toleradas por lo que su uso ayudará a prolongar el bienestar y calidad de vida en estos pacientes crónicos.

Si tu perro sufre este problema no dudes en contactar con:

Fisiocanis, C/ Córdoba 3, bajo 2, 09007, Burgos (www.fisiocanis.com)

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