«No sé hasta cuándo podremos aguantar»

El efecto dominó de los cierres de los bares y restaurantes en el último año llegó desde el primer momento a las distribuidoras de bebidas y toda clase de productos para hostelería. Van de la mano, por lo que en más de una ocasión se han movilizado junto a los hosteleros para pedir soluciones ante una situación que «ahoga». Es el ejemplo de Roberto Agustín, de Exclusivas Reycas, que el pasado lunes se acercó hasta la plaza Bilbao para exigir ayudas directas ante la delegación de la Junta en Burgos.

«Las distribuidoras son otras de las olvidadas por la Junta. Hay muchas familias que dependen del sector y no vemos una solución. Llevamos sufriendo una tras otra y todo tiene un límite. No sé hasta cuándo podremos aguantar», señala Agustín, que incide en que los cierres no solo afectan a los hosteleros. «Detrás de la hostelería estamos nosotros, y detrás hay más gente como nuestros trabajadores, nuestros proveedores, las bodegas, fabricantes de bebidas y de alimentación. Esto no se resume a que son cuatro bares abiertos», continúa.

Un sector que también está sufriendo y que acarrea ya unas «pérdidas bestiales e inasumibles». «Nos cerraron tres meses al principio y lo acatamos. Hemos vivido un segundo cierre y ahora un tercero... Llega un momento que piensas hasta dónde se pude asumir. Además no hay ayudas. Se creen que se soluciona con los ERTE, pero no hay una colaboración», lamenta Agustín, que sale en defensa de la seguridad en los bares.

«Los hosteleros lo están haciendo bien. Están defendiendo su negocio y lo hacen bien para dar confianza al cliente que entra. Todo eso no se ve en otras superficies como los supermercados o los transportes públicos. ¿Los malos son los de la hostelería? Habrá un 3% que lo haga mal. Pero no se puede machacar a un sector por culpa de cuatro», concluye.