Cuántas horas hay que dormir según la OMS

La calidad y la cantidad del sueño influyen directamente en la salud. La OMS recomienda dormir, al menos, seis horas diarias para mantener un equilibrio en el organismo y, por tanto, en el rendimiento.

Pero tan importante como el número de horas invertidas en dormir, es la calidad del sueño. El estrés, el sedentarismo y una mala alimentación son factores que influyen de forma negativa a la hora de dormir bien. Los problemas de salud que conlleva para el organismo son muchos, desde dolencias digestivas y aumento del apetito hasta reducción de los reflejos y problemas de concentración.

Porque dormir mal, según la Organización Mundial de la Salud, altera el funcionamiento del organismo y puede provocar dolencias más graves si la situación se prolonga en el tiempo.

Los trastornos del sueño están tipificados en un centenar entre los que se incluye el insomnio, el más extendido, que es la dificultad para conciliar o mantener el sueño. También se considera insomnio la sensación de dormir mal, que genera durante el día interferencias con las actividades cotidianas.

Pero el exceso de sueño también es un trastorno identificado. La persona que lo padece sufre somnolencia a lo largo del día, hasta el punto de interferir en su vida laboral y social. También las alteraciones del ciclo de sueño y vigilia, que presentan sobre todo trabajadores que desempeñan su actividad en turnos de mañana, tarde y noche.

Otros problemas de mayor gravedad son las apneas del sueño, un trastorno en el que la respiración se detiene y recomienza repetidas veces a lo largo de la noche.

Pero también algunos como el sonambulismo (levantarse e incluso caminar y hablar mientras se está dormido), está tipificado como trastorno del sueño. Además del síndrome de las piernas inquietas (sensación molesta en las piernas que obliga a moverlas) y los terrores nocturnos, especialmente entre la población infantil.

Para cumplir con la recomendación de la OMS de dormir al menos seis horas cada día, hay algunos hábitos llamados de higiene del sueño que pueden ayudar. Eso sí, si el problema persiste en el tiempo y, sobre todo, si los síntomas son graves (como la apnea del sueño) es importante acudir al médico.

Entre los buenos hábitos a la hora de dormir, los expertos coinciden en que llevar una rutina a la hora de acostarse y levantarse es imprescindible. También ayuda practicar deporte con regularidad, comer de forma saludable y cenar ligero y, por supuesto, evitar la cafeína, el alcohol y las bebidas energéticas a partir de la tarde.

Temas

• salud
• OMS
• Sueño