Los hospitales de Aranda y Miranda se liberan de la covid-19 mientras Burgos mantiene seis ingresos y dos pacientes en la UCI

Una de cal y una de arena deja la última actualización informativa de la Junta de Castilla y León. La presión asistencial en los hospitales de Burgos cae a cifras de principios de marzo. Únicamente quedan ingresadas en planta seis personas, de las 274 que llegó a haber entre los tres centros hospitalarios de la provincia el 29 de marzo, la fecha de mayor pico de la pandemia en Castilla y León.

Ahora mismo, los ingresos se reducen al Hospital Universitario de Burgos. En el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro se ha dado de alta al único ingresado de las últimas jornadas, mientras que el Santos Reyes de Aranda de Duero hace tiempo que se liberó de los pacientes con la covid-19. Eso sí, hay que llevar precaución para evitar nuevos ingresos, con los que se han producido esta semanan tambien el HUBU.

Los hospitales mantienen áreas reservadas para la covid-19, aisladas y con todas las medidas de seguridad necesarias. Sin embargo, se han implementado planes de desescalada para recuperar progresivamente la actividad ordinaria, en consultas, pruebas diagnósticas e intervenciones, paralizada por la pandemia. Así lo muestran los datos sobre ocupación hospitalaria, con 363 camas en el HUBU, 71 en el Santiago Apóstol y 67 en el Santos Reyes.

Mientras, dos pacientes continúan en estado crítico ingresados en la UCI del Hospital de Burgos, la única de la provincia. La cifra es muy inferior a los 55 casos que llegó a soportar en los momentos más duros de la epidemia. Sin embargo, la UCI de Burgos se encuentra al 96% de us capacidad, con 23 puestos ocupados de los 26 ordinarios. Eso sí, son un total de 37 los que están a disposición de las necesidades sanitarias.