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El Camino Francés ha recuperado poco a poco a los peregrinos extranjeros. GIT
El Albergue de Burgos cerrará 2022 con un 30% menos de peregrinos que antes de la covid

El Albergue de Burgos cerrará 2022 con un 30% menos de peregrinos que antes de la covid

Los gestores del Albergue municipal prevén cerrar el año con 19.000 peregrinos ante la proliferación de otras alternativas de hospedaje y el impulso de otras rutas jacobeas

Martes, 13 de diciembre 2022, 07:17

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El Camino de Santiago recupera poco a poco su músculo en Burgos tras dos años marcados por la covid-19, pero las cifras aún están muy lejos de las registradas en los años previos a la pandemia. Esa es la principal conclusión que se puede extraer de los datos del Albergue municipal de Burgos, que cerrará el año con algo más de 19.000 pernoctaciones, según apunta Jesús Aguirre, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, entidad encargada de la gestión de la instalación.

Se trata de una cifra considerablemente más alta que la registrada en 2020 y 2021, pero muy alejada de los datos de 2019, cuando se contabilizaron más de 28.000 peregrinos sólo en la instalación municipal.

En este sentido Aguirre apunta a varios factores. El principal, aventura, es que «la pandemia ha marcado un antes y un después» en los propios hábitos del peregrino. Así, hoy son muchos los que apuestan por otras opciones alternativas al albergue, como hoteles o apartamentos turísticos para hacer noche en la ciudad. «Hay gente que aún tiene reticencias al hecho de compartir habitación», explica el responsable del albergue.

Además, añade, otras rutas jacobeas han ido ganando terreno en detrimento del Camino Francés al tiempo que parece haberse puesto de moda el peregrinaje de los últimos 100 kilómetros del Camino hacia Santiago. «Creemos que esa circunstancia altera un poco la esencia del propio Camino», pero es una realidad palpable que los tramos más cercanos a Santiago han recuperado todo el pulso perdido durante la pandemia, mientras la recuperación del resto de la ruta avanza más lentamente.

Mismo perfil

Aún así, Aguirre valora dicha recuperación, protagonizada tanto por los peregrinos nacionales (unos 3.700 según los últimos datos) como por los extranjeros (unos 15.200). A este respecto, la radiografía del peregrino que pasa por Burgos ha cambiado poco o nada. Entre los nacionales, siguen destacando los caminantes catalanes, mientras que el peregrino internacional proviene de Italia, francia, Alemania, Corea del Sur y Estados Unidos, fundamentalmente. Todos ellos han regresado, en mayor o menor medida, tras la apertura de fronteras posterior a la pandemia y las cifras van al alza, aunque aún muy lejos de las registradas en 2019.

Tampoco parecen haber cambiado mucho las preferencias en cuanto al momento del año en el que realizar el Camino. Mayo y septiembre han vuelto a ser, con diferencia, los meses de mayor afluencia al Albergue de Burgos durante un Año Jacobeo que está a punto de finalizar.

Promoción

En todo caso, la asociación continúa trabajando para la puesta en valor del Camino francés, que es la ruta «que más historia, patrimonio, tradición e infraestructuras» tiene de todas las que pueblan la Península Ibérica. Para ello, el colectivo se acaba de adherir a la federación de asociaciones del Camino Francés, que ya está diseñando diferentes acciones para potenciar una ruta que «todavía tiene cosas por mejorar», según Aguirre.

A este respecto, el responsable del Albergue insiste en la reclamación para que la Junta «delimite» al detalle la ruta a su paso por Castilla y León y que arregle algunos tramos del propio Camino que se encuentran en mal estado de conservación.

Señalización

Asimismo, Aguirre también insiste en reclamar una «mejora de la señalización» en Burgos capital, una petición formulada hace ya tiempo a la que se está dando respuesta «poco a poco». «Todos sabemos cómo funciona la administración. Es cierto que, por ejemplo, se adaptó el paso del Camino por la Avenida de Cantabria, pero aún quedan muchas cosas por hacer que confiamos en que se vayan haciendo». Y todo ello, insiste, sin «ir en contra de los tiempos». No en vano, el propio Camino de Santiago, que configuró la historia de Burgos desde sus mismas raíces, «ha ido cambiando» con el paso de los años y a buen seguro lo seguirá haciendo.

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