Hartazgo en los sindicatos municipales, que amenazan con protestas y rechazar la nueva RPT

Se avecina un otoño «caliente» en el Ayuntamiento de Burgos. La negociación para modificar la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), e incluir el nuevo acuerdo con Policía Local y los compromisos adquiridos con colectivos profesionales como los trabajadores sociales, amenaza con acabar en movilizaciones ante el 'hartazgo' de los sindicatos que tienen representación municipal.

Cuando la concejala de Personal, Nuria Barrio, afirmaba que las negociaciones «están bastante avanzadas», CCOO, UGT, CGT y CSIF, los sindicatos que forman la Mesa General de Empleados Públicos anuncian un «malestar general». Acusan al equipo de Gobierno no de cumplir con los compromisos adquiridos durante estos tres años y avisan de que van a emprender medidas de protesta.

«Hay un calendario preparado frente a la dejadez del equipo de Gobierno», explica Marcos Citores, de CCOO. Ese calendario arranca con la denuncia pública de la situación que se vive y continuará con actos de protesta en la Comisión de Personal, en el pleno municipal y en el propio Ayuntamiento. Tampoco se descarta un rechazo unánime a la nueva RPT, que bloquearía los cambios a introducir.

Citores afirma que están cansados de «buenas palabras y escasos resultados». El equipo de gobierno se comprometió a realizar una valoración de los puestos de trabajo de toda la plantilla, a aumentar el personal para garantizar una cobertura real de los servicios, a la estabilización de las plazas, a cubrir las vacantes, a impulsar contratos relevo y a implantar la carrera profesional horizontal.

Sin embargo, se ha quedado todo en agua de borrajas. Y ahora se promueve una modificación de la RPT para poder incorporar el nuevo convenio con Policía Local. En este caso sí se ha hecho una valoración de puestos, pues es necesaria para amplicar los cambios de organización. También en el área de los trabajadores sociales, que estuvieron a punto de ir a la huelga.

«Pero no son los únicos que lo necesitan», insiste Citores, pues se requiere de una nueva valoración de puestos en toda la plantilla. Y eso es lo que reclaman CCOO, UGT, CGT y CSIF. Y que se haga una única RPT, como manda la ley. De ahí el malestar de los sindicatos, y que estén dispuestos a rechazar la propuesta de modificación que lleva el equipo de Gobierno.

En estas circunstancias «va a ser difícil que se cierre la nueva RPT», afirma Marcos Citores, quien denuncia que el equipo de Gobierno está «desmantelando» los servicios públicos municipales. Y pone como ejemplo lo que está ocurriendo en la Brigada de Obras y Almacenes Municipales, donde no se cubren las vacantes y cada vez se externalizan más servicios.

«Se han quedado tan mermados que son casi inoperativos», lamenta Citores, recordando que «el Ayuntamiento se ahorraría un dineral increíble si hicieran lo que tienen que hacer». Pero como no hay plantilla suficiente, no cubren el servicio y se contrata una empresa externa. Y la nueva RPT no soluciona este problema, un motivo más para su rechazo por parte de los sindicatos.

Desde el equipo de Gobierno, Nuria Barrio confía en cerrar un acuerdo pronto y, para ello, mantendrá nuevas reuniones esta misma semana. La intención es que, como muy tarde, la nueva RTP, con su plantilla presupuestaria, se tramite junto con el nuevo presupuesto municipal de 2023, que tendrá que estar aprobado para el 31 de diciembre, y en vigor el 1 de enero.

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