Un estudio en un bajo, el único piso para alquilar en Burgos sin jugarse el SMI
Las familias con las rentas más bajas tienen cada vez más dificultades para encontrar viviendas en alquiler ante el paulatino incremento de los precios
Encontrar piso de alquiler en Burgos se ha convertido de un tiempo a esta parte en un auténtico quebradero de cabeza. Y es que, la escasa oferta, la alta demanda y el paulatino incremento de los precios de alquiler está condicionado mucho un mercado ya de por sí complejo, sobre todo para las personas con las rentas más bajas.
De acuerdo a la opinión generalizada entre los expertos financieros e inmobiliarios, una familia no debería gastar más de la tercera parte de sus ingresos en el pago de la vivienda, una circunstancia que deja muy pocas opciones a aquellas familias de rentas más bajas, ni siquiera tras los incrementos del salario mínimo interprofesional (SMI) de los últimos años.
Las cuentas son sencillas. Tras el último aumento aprobado por el Consejo de Ministros, aplicable de manera retroactiva desde el pasado 1 de enero, el SMI general alcanza los 15.120 euros brutos anuales (1.080 euros en 14 pagas o 1.260 en 12 pagas). Si bien es cierto que existen ciertos matices al mismo en función al tipo de contrato y, sobre todo, a las horas trabajadas, ese parámetro puede ser utilizado como referencia para establecer una fotografía de situación del mercado de alquiler. Y dicha fotografía no es para nada halagüeña en Burgos.
Cumpliendo a rajatabla la premisa de no superar la tercera parte de los ingresos totales, una familia que tenga como único ingreso el SMI no podría gastar más de 420 euros al mes en alquiler. Y encontrar una vivienda a ese precio al mes es una misión casi imposible en Burgos, tal y como se puede comprobar en un simple vistazo a los principales portales inmobiliarios.
De todas las referencias mostradas, en la capital provincial sólo hay una vivienda que cumpla con ese presupuesto. Se trata de un estudio ubicado en un bajo en la zona de las universidades de 45 metros cuadrados divididos en dos alturas estilo loft, con una única habitación abierta al resto de la vivienda.
Ampliando un poco el presupuesto, pero sin romper excesivamente la regla del tercio de los ingresos, aparecen otro puñado de referencias de viviendas de entre 30 y 50 metros cuadrados con precios aproximados de 450 euros al mes en la capital. Sí se pueden encontrar, eso sí, algunas habitaciones en pisos compartidos por un coste de entre 200 y 250 euros.
Tampoco en el conjunto de la provincia se antoja sencillo encontrar viviendas en alquiler a menos de 420 euros el mes. Entre las cerca de 350 referencias existentes, sólo un puñado de pisos se ofrecen por menos precio en localidades como Oña, Villamanzo o Medina de Pomar, entre otras. Ni en Aranda de Duero ni en Miranda de Ebro se pueden encontrar pisos en alquiler más baratos.
Y es que, nunca antes había sido tan caro alquilar en Burgos, tal y como indican los diferentes estudios de mercado realizados por los propios portales inmobiliarios. De acuerdo al último informe de Idealista, que es el portal con mayor número de referencias, el coste medio del alquiler en la capital provincial en enero era de 7,9 euros el metro cuadrado, el más alto de la serie histórica, mientras que en el conjunto de la provincia se situaba en 7,3 euros el metro cuadrado, muy cerca de los 7,4 euros que se alcanzaron en verano del año pasado.
La situación, no obstante, no es exclusiva de Burgos, ni mucho menos, sino que se repite en la práctica totalidad del territorio español. De hecho, el precio del alquiler en Burgos se sitúa en un término medio, muy alejado de las cifras que se manejan en capitales, como Barcelona (19,3 euros el metro cuadrado), San Sebastián (16,3 euros), Madrid (16,2 euros), Bilbao (13,3 euros) o Palma de Mallorca (12,9 euros).