Los hoteleros se encomiendan al turismo de congresos y deportivo para arrancar la temporada

El turista sigue llegando a Burgos en los medios de transporte habituales. La llegada del AVE a la capital, una de las grandes demandas burgalesas, no se ha dejado sentir en la actividad hotelera. Ni se espera que vaya a suponer un gran cambio, como tampoco lo ha supuesto nunca el aeropuerto, en cuya reactivación tampoco tienen puesta ninguna esperanza los hosteleros burgaleses.

«El AVE ni nos quita nada ni nos aporta nada», asegura Luis Mata, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Burgos. «En tiempos es muy lento; es muy caro y tiene pocos horarios», así que ni es una buena alternativa para llegar a Burgos como turista ni sirve para que el visitante, aprovechando la alta velocidad, haga una visita de un solo día.

Y el Aeropuerto, aunque lleva ya dos años sin vuelos regulares, tampoco ha supuesto ningún cambio. «Nació muerto, nunca pusimos ninguna esperanza; nunca iba a atraer turistas», afirma Mata, sin esperanza de que pueda retomarse una operativa de vuelos interesante para el sector. Su actividad siempre ha sido limitada, enfocada más a la salida de burgaleses que a la llegada de turistas.

Así las cosas, los hosteleros burgaleses siguen trabajando bajo las fórmulas conocidas, y confiando en que el turismo empiece a moverse en primavera. «Enero y febrero han sido tirando a malos, pero tampoco es raro; siempre ha sido así». Y los fines de semana también han sido flojos, pues ha hecho mucho frío. Quizás este fin de semana de Carnaval sea el primero con algo de actividad.

Y, a partir de la segunda quincena de marzo, arrancará la temporada. El turismo se reactiva, con los días más largos y la mejora del tiempo. Además llegan grandes actividades en el Fórum Evolución, cuya programación en cuanto a eventos, congresos y reuniones es ya un imprescindible para la hostelería de la capital, pues llena hoteles y restaurantes.

El fin de semana del 25 de marzo se celebra el Certamen Nacional de Danza Orbe y, el siguiente, la Dance World Cup. Antes, los hosteleros confían en el partido que enfrentará al Burgos CF y el Sporting de Gijón, que esperan tenga lugar a una buena hora el fin de semana del 18 y 19 de marzo. Y, de ahí, a la Semana Santa, que llega este año «potente».

De este modo, los hoteles de Burgos ya han dejado atrás la pandemia. «Es algo olvidado», pues hasta las últimas restricciones en cuanto a movilidad internacional se han ido levantando. Ahora a lo que se enfrentan es a las consecuencias de la subida de los precios, primero los de la energía y luego el resto, pues también impactan en sus servicios.

De momento, en invierno no se han tocado las tarifas, no es la época más adecuada dada la baja ocupación. Sin embargo, tocará revisar para adaptarse a los nuevos costes, al menos, sobre todo en suplementos y servicios especiales. La hostelería burgalesa siempre se ha caracterizado por unos precios más asequibles, un espíritu que han mantenido para atraer al máximo posible de turistas.

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