«La lengua de signos es la vía de acceso al mundo para las personas sordas»
La lengua de signos en la educación es esencial para la plena integración de las personas sordas en la sociedad, según recuerdan las asociaciones de Burgos en el Día Internacional de la Lengua de Signos
La comunicación es «una barrera tanto para la persona oyente como para la sorda», por lo que es importante que las personas oyentes también aprendan la lengua de signos.
Sin lengua de signos, la capacidad y la asimilación de los conceptos disminuyen. Así lo recuerda la Asociación de Personas Sordas de Burgos (APSBU) 'Fray Pedro Ponce de León' durante este 23 de septiembre, Día Internacional de la Lengua de Signos.
Además, les permite desarrollar las mismas capacidades que cualquier otra persona, como aprender a leer, conocimientos o socializar. Sin embargo, para ello es necesario interiorizarlo desde edades tempranas.
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«Para una persona sin acceso a la lengua oral, la lengua de signos es la vía de acceso al mundo, al conocimiento», según Marisol Illana, directora de la Asociación de Familias de Personas Sordas de Burgos (ARANSBUR).
A la hora de acceder a cualquier servicio cotidiano, como comprar pan o ir al médico, las personas sordas tienen dificultades. Por ejemplo, necesitan la disponibilidad de un intérprete que traduzca de la lengua de signos a la lengua oral.
«Al trabajar de cara al público es necesario un mínimo de conocimiento para poderte comunicar con ellos», valora Marcos García, presidente de la asociación. Sobre todo, ante la existencia de una Ley 27/2007 por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
La lengua de signos en la educación
La igualdad se alcanzaría de verdad si los colegios enseñaran lengua de signos. Así, los niños sordos podrían aprender más rápidamente porque sin lengua de signos se van quedando atrás.
Hay un gran desconocimiento en torno a la discapacidad auditiva en España. Las familias no conocen la sordera. «Reciben en su seno a un niño sordo y no tienen antecendetes de sordera con un choque emocional muy grande», comenta Illana.
En primer lugar, las familias que tienen un hijo sordo tienen que aprender la lengua de signos, para que puedan aprender. «Es un trabajo de los padres para que los niños puedan hacer una vida normal», comenta García. ARANSBUR ofrece la posibilidad de conocer a otras familias que han pasado por lo mismo.
La formación de las personas sordas puede ir más allá de la educación obligatoria. También van a la universidad, pero con más barreras porque requieren de un intérprete y hay que contemplar si está disponible durante el horario de las clases.
Por consiguiente, sería conveniente que el sistema educativo dispusiera de una asignatura de lengua de signos. En Burgos, destaca el colegio Antonio Machado, donde aplican la integración a la inversa, es decir, los niños oyentes se integran en un entorno sordo.
Como consecuencia, cuando sean mayores no verán a las personas sordas como personas extrañas, sino que saben cómo comunicarse y qué necesitan. Al final, el objetivo de la estandarización de la lengua de signos es unir a las personas, tal y como recoge el lema de este año 'La lengua de signos nos une'.
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